El fútbol boliviano ingresó en un terreno fangoso, en realidad lo están metiendo unos cuantos que, por lo visto, tienen intereses oscuros y métodos nada transparentes para lograr sus objetivos, que no son otros que conseguir el éxito de cualquier modo y fortalecer su poder a costa de otros.
Todo quedó al descubierto con la publicación de un audio perteneciente a un colaborador del máximo dirigente de la Federación Boliviana de Fútbol, que compromete seriamente a dirigentes del balompié nacional.
Hay dos audios más que se refieren a lo que contiene el primero, a la supuesta compra de árbitros para favorecer al equipo de un mandamás, el soborno a encargados de elecciones para inhabilitar candidatos, la entrega de dólares a votantes para ganar apoyo en las elecciones, la entrega de dinero a una dirigente con el mismo fin (que, además, se pretendió utilizar para dar un golpe en un club), el malestar con un dirigente regional por querer recibir plata de arriba, pone al descubierto a una persona que trabajaría para la Federación que se dedica a prestar plata a los clubes (cobraría el 2% mensual ), y otro tipo de maquinaciones.
Graves revelaciones que merecerían una investigación y llegar a conocimiento de la Conmebol. Sin embargo, lo más grave de todo es la intervención de justicia a instancia de un “comedido” para impedir que se den a conocer los dos nuevos audios que están relacionados con el primero.
La valiente publicación del audio, que habría salido a la luz a raíz de una “vendetta” sentimental, derivó en una persecución judicial a dos periodistas para impedirles que sigan dando a conocer información sobre todo lo que ocurre “detrás de bambalinas” en el fútbol boliviano en la actualidad.
Los periodistas Fernando Nurnberg y Jaime Vega reciben un citatorio para una audiencia en el Tribunal de Garantías Constitucionales de La Paz, en el que Michael Wilson Velasco Pérez en representación “sin mandato” de Fernando Costa, pide se admita una Acción de Libertad contra ambos “en mérito a un peligro inminente en la vida de mi representado (...)”.
En lugar de prestar atención a las graves revelaciones del audio, se atenta contra la libertad de prensa al prohibir la publicación de los dos audios restantes porque “atentaría con la libertad de locomoción y la libertad de acción” del presidente de la FBF, Fernando Costa.
Lo curioso del caso es que Costa no es quien, supuestamente, recurre a la justicia, sino una tercera persona, de motu propio, quien toma cartas en el asunto, mientras el titular de la FBF dice no saber nada sobre lo acontecido.
Por lo visto, no interesa el juego limpio a casi nadie en el fútbol, todos aceptan incluso a costa de su propio perjuicio los manejos raros y las componendas que existen, y por ende el amedrentamiento que intentan contra los periodistas para revelar la podredumbre que existe alrededor del deporte más popular del país.
Mientras tanto, que siga el baile. Fernando Costa fue elegido por un mandato como mandamás del fútbol boliviano. No había quién se le oponga. El camino había sido allanado de antemano porque, dizque, nadie cumplía los “requisitos” para optar por el cargo.
El “deporte más hermoso del mundo” está cada vez más feo a raíz de todos estos hechos que avergüenzan e indignan a muchos y que provocados por unos cuantos que se salen con la suya embarrando la cancha.
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