El debate mundial sobre si los futbolistas deben o no recibir las vacunas de la Covid-19 está planteado en el mundo. En Bolivia, la situación no cambia. “Los jugadores no son prioridad”, acentuó Ramiro Narváez, director del Sedes de La Paz, sobre una sugerencia de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
Hace dos semanas, el director de competiciones de la FBF, Adrián Monje, solicitó poder adquirir un lote de vacunas (1.600) destinadas a los futbolistas para minimizar los riesgos de contagio, como ocurrió el año pasado.
“Ya hay compromiso por parte del Gobierno de que llegarán las vacunas, el presidente (Fernando Costa) hará las gestiones para conseguirlas lo antes posible”, dijo a los medios.
Pero Narváez identificó que “los futbolistas no son prioridad, la prioridad es el personal de salud, que está en primera línea, luego están los policías, los militares y después los periodistas, que son profesiones esenciales”.
El director del Sedes consideró que posteriormente debería ser vacunada “la población vulnerable como ancianos, enfermos de cáncer y otras patologías”.
Narváez dijo que “poco a poco otros sectores, como los futbolistas, recibirán la vacuna”.
La FBF planifica que el próximo torneo arranque a mediados de febrero. El Sedes ya pidió que si se da luz verde, los partidos se jueguen sin público.
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