“Ya mandé mi denuncia a la FIFA, a la Conmebol y también al comité ejecutivo de la FBF. Después recurriré a la última instancia que me corresponde”, manifestó Blanco, después de que Rodríguez asumiera el mando federativo desde comienzos de la semana anterior
Blanco dice que se siente “engañado” y que, además de su denuncia ante la FIFA y Conmebol, presentará un último recurso, si es necesario, porque él y los dirigentes que fueron elegidos en 2018, juraron con el Estatuto de 2017 y no con el de 2019, que sufrió modificaciones.
“Hay que respetar el Estatuto. La norma dice que mi persona tiene que ser presidente de la Federación Boliviana de Fútbol. Juré con el Estatuto que se elaboró en 2017, todos lo hicimos en 2018. También don César Salinas, Rodríguez y los demás directivos”, agregó Blanco.
Las elecciones en la FBF que se llevaron a cabo en 2018 fueron bajo el Estatuto de 2017. Según esa norma, Blanco es el primer vicepresidente y Rodríguez, el segundo. Le correspondería mandar en el fútbol hasta que sean convocadas las nuevas elecciones.
En 2019 se introdujeron adendas a la norma que establecen que, si el presidente de la FBF representa a la División Profesional, el primer vicepresidente debe ser de la de Aficionados y el segundo vicepresidente debe pertenecer a un club en la máxima categoría. Este es el argumento para que Rodríguez se hubiera quedado con el cargo de Salinas.
“Lo único que digo es que, a mí nadie me manda. El único que me mandaba, y a veces cuando no hacía caso era a patadas, era mi padre. Nadie ha usado ni me va a usar”, enfatizó Blanco.
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