“En agosto haríamos una pretemporada y por ahí comenzar en septiembre bajo los protocolos de seguridad que ha mandado FIFA y Conmebol y que son muy rigurosos y a la vez implican gastos”, anotó.
El titular de la entidad federativa justificó su proyección de tiempos al mencionar que el ministro de deportes, Milton Navarro, le informó que el pico máximo de contagios de la COVID-19 sería este fin de mes, “la enfermedad se estacionará en junio” y en julio se producirá el descenso respectivo.
El dirigente agregó que la economía de los clubes se verá seriamente afectada ya que se tendrá que jugar a puertas cerradas y “los equipos deberán gastar en viajes, en los protocolos de bioseguridad y sin ningún ingreso”. Acotó que en Sudamérica el primer país en volver a jugar será Uruguay, en agosto, ya que en la actualidad no tienen ninguna cuarentena.
Salinas participó el miércoles del consejo superior de la Conmebol, donde se decidió que la Copa Libertadores y Sudamericana retomarán su competición entre agosto y septiembre de este año.
“Los torneos internacionales se proyectan para septiembre u octubre, los países estamos a la espera de lo que digan los gobiernos respecto a la pandemia. En las copas todos los países tenemos que estar en las mismas condiciones para que los equipos viajen sin problemas para cumplir sus encuentros”, dijo Salinas al programa el Panamericano Deportivo.
Finalmente pidió a los jugadores de los clubes que aún no llegaron a un acuerdo en la reducción salarial a que tomen una decisión inteligente. “Para ellos estos porcentajes son de sobrevivencia de salud y vida; mientras que para los clubes es para que no se declaren en quiebra”.
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