El protocolo de bioseguridad para el fútbol boliviano ya está listo antes de enviarlo al Ministerio de Deportes para que lo apruebe. Entre sus varios puntos se establece que cada jugador deberá someterse a un Test COVID-10, unos 10 días antes de que comiencen los entrenamientos; y a una segunda prueba, a 3 días de reanudar su trabajo.
“La célula principal del protocolo es realizar pruebas de control a los jugadores, ese es el punto de partida. Lo primero que nada es asegurar de que vamos a contar con atletas sanos para entrenarse”, explicó Alex Antezana, médico de Wilstermann.
Esa misma figura la tendrán que cumplir miembros del cuerpo técnico y todo el personal que trabaje alrededor, a fin de descartar todo riesgo de contagio.
Asimismo se va a poner énfasis desinfectar de manera profunda los escenarios elegidos para las prácticas, la totalidad de sus ambientes y del material de trabajo.
Rutina necesaria
“Son varios aspectos que deberán ser tomados en cuenta y estará en cada club aplicarlos. En Wilstermann, la siguiente semana probaremos luces ultravioletas para intentar identificar la existencia de virus, esa es una inversión económica que los clubes tendrán que hacer”.
La rutina de jugadores, entrenadores y personal de apoyo en sus desplazamientos también será determinante: el transporte, cambio de indumentaria y demás detalles. “Serán rutinas que cumplir de manera disciplinada y que se harán habituales”.
Hizo notar que todo el protocolo requerirá de personal que acompañe su aplicación y que deberá estar capacitado.
“La buena aplicación del protocolo dependerá de las comisiones médicas de los clubes y de los mismos SEDES departamentales, que incluso deberán acreditar al personal adecuado”.
Antezana trabaja en el proyecto junto con Jaime Espinoza, médico de la selección boliviana, y Waldo Delgado, de The Strongest.
Unos 16.000 dólares
Una vez que el protocolo sea aprobado, tomará entre 30 y 40 días su implementación. Los clubes están calculando que el regreso a las prácticas será entre julio y agosto en el mejor de los casos.
La carga pesada será el presupuesto que deberá invertir cada uno, unos 16.000 dólares de arranque, sin contar los gastos posteriores para su mantenimiento.
“La implementación no va a ser barata, sin duda que exigirá una inversión para que estén dadas las condiciones. Será la única manera para volver a entrenar y después para regresar a la competencia”, concluyó.
domingo, 24 de mayo de 2020
Protocolo casi listo: 10 días antes los futbolistas irán al Test COVID-19
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