Una propuesta que ya manejan los dirigentes es mantener el 75% de reducción a los salarios de los jugadores de junio a agosto, a la espera que a partir de entonces vuelva la competencia.
Casi todos los clubes acordaron con sus futbolistas la reducción de marzo, abril y mayo, pero sus dirigentes no saben qué hacer de junio para adelante.
“Los clubes no pueden asegurar ingresos y hay que tomar medidas porque no hay la certeza sobre cuándo volverá la competencia, además tampoco hay seguridad de que llegue otra ayuda de parte de la FIFA y la Conmebol”, afirmó Anghelo Pórcel, dirigente de Real Potosí.
Robert Blanco, vicepresidente de la FBF, sugirió que se establezca una definición salarial de una vez hasta diciembre, según las condiciones. En su criterio debería fijarse un porcentaje mientras la actividad está suspendida, otro monto cuando las plantillas regresen a los entrenamientos en conjunto y el sueldo completo desde el momento en que se reanude la competencia.
Difícil situación
Hace unos días, la presidenta de The Strongest, Inés Quispe de Salinas, declaró a Marcas su preocupación por la falta de ingresos y aseguró no saber qué hacer para cumplir los salarios tanto del cuerpo técnico como de los jugadores a partir de junio.
La primera medida económica aprobada por el Consejo Superior fue el descuento del 50% del salario de marzo y del 75% de abril y mayo. Con esa base los clubes negociaron por su cuenta con sus jugadores, sin la participación de la Federación Sindical de Futbolistas Profesionales Agremiados de Bolivia (Fabol). Algunos todavía no llegaron a un acuerdo.
El torneo Apertura está suspendido desde el 16 de marzo después de disputadas 12 jornadas y con 14 por jugar.
La FBF ha reiterado que el fútbol volverá cuando el Gobierno suspenda las restricciones sanitarias.
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