Es un hecho que cuando el fútbol vuelva deberá hacerlo en medio de una serie de medidas de bioseguridad, que tendrán que ser implementados sin excepción en todos los clubes, sin embargo, la capacidad económica de los equipos es nuevamente un problema.
Si bien existen algunos clubes como Wilstermann, The Strongest, Bolívar, Oriente Petrolero y Always Ready, que con un esfuerzo económico podrán cubrir la implementación de los protocolos; existen otros como Real Potosí, Real Santa Cruz, Aurora, San José que aún buscan cubrir sus planillas salariales.
La clave para que el fútbol pueda volver al ruedo, incluso a puerta cerrada, es que todos los jugadores tengan las mismas condiciones de seguridad sanitaria, porque de nada servirá que solo algunos clubes cumplan con todo lo estipulado, sobre todo las pruebas de Covid-19 y otros pongan en riesgo al resto de los equipos.
Los cuerpos médicos de los 14 clubes trabajan para elaborar un protocolo unificado del fútbol profesional, en el que se contempla una inversión inicial entre $us 16.000 y $us 20.000, dependiendo cuáles serán los elementos que se quedarán en el protocolo, como por ejemplo los paneles de luz ultravioleta para la desinfección de algunos ambientes. Adicional a este presupuesto de arranque, cada club debe proyectar entre $us 4.000 y $us 6.000 por mes para los insumos de desinfección y sobre todo para los test Covid-19, que se deberán hacer al menos dos veces por semana a todos los miembros del equipo y su entorno. Casi inalcanzable para los equipos.
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