Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol) mantiene firme su postura de no permitir la reducción de los salarios de jugadores debido a la emergencia del coronavirus y se pone al frente de los clubes que consideran necesario aplicar esa medida.
La agremiación argumenta que todos los jugadores están trabajando, cumpliendo los planes diseñados por cada club, a pesar de que no hay competición oficial por la cuarentena.
Propone como solución que la dirigencia haga las gestiones que ameriten para recibir como adelanto el dinero que le corresponde a cada club y con ello cumplir sus obligaciones con los futbolistas.
“Los jugadores saben de su responsabilidad y la están cumpliendo. No es lo ideal, pero se están adecuando a lo que dicen los cuerpos técnicos. Por ahí en abril tampoco habrá fútbol, entonces esperaremos las definiciones de la dirigencia y en el plano económico escucharemos sus propuestas que apunten a salir de la crisis, sobe ello aportaremos con nuestro criterio”, dijo David Paniagua, secretario general de Fabol.
La FIFA ya sugirió a los futbolistas de todo el mundo que acepten la rebaja de sus salarios por efecto de la pandemia del coronavirus que ha paralizado las competencias y la economía de los clubes, aunque para Paniagua esa medida está acorde a la realidad europea que dista mucho de la sudamericana y peor de la boliviana, por lo tanto considera que no amerita la comparación.
“La realidad de África, Asia y América es diferente a la de Europa. Muchos opinan que el Barcelona se puso de acuerdo con sus jugadores para que se reduzca su salario, pero con cinco días de sueldo de ese club aquí un futbolista viviría como rey el resto del año. No es una solución real que la dirigencia diga que como no hay fútbol no se les tiene que pagar a los futbolistas, eso es lo más fácil pero que no se la debe plantear”, agregó.
Desde su punto de vista hay soluciones que pueden permitir honrar compromisos porque una vez que vuelva el fútbol regresarán los aportes de los auspiciadores, las cuotas de los derechos de televisación y los bonos por la participación internacional de la selección nacional.
“Esa plata no está perdida, es cuestión de hacer gestión para recibir adelantos ante la crisis. Es plata asegurada que igual va a aparecer”. Paniagua agregó que el fútbol boliviano ya no es como antes, cuando los dirigentes tenían que meter la mano al bolsillo para pagar planillas. “En ese tiempo no había televisión. Si los clubes fueran bien organizados sus directivos deberían administrar bien los recursos que ingresan y no ofrecer contratos fuera de realidad, entonces se evitarían problemas”.
Aseguró que Fabol está dispuesta a analizar con la dirigencia la situación, pero descartó aceptar la reducción.
Enfatizó que “el futbolista boliviano es el peor pagado en Sudamérica”, una comparación en la que no se toma en cuenta a Argentina y Brasil, los más grandes de la región, sino a los otros países.
“No les llegamos ni a los tobillos, entonces por qué querer poner al jugador en contra de la gente”, sostuvo en alusión a las críticas que reciben Fabol y los futbolistas de parte de la afición en redes sociales.
“Con el respeto que se merece un albañil, el carpintero, médico y policía, esos son oficios que duran toda su vida. Los empleados públicos y privados tienen una jubilación; en cambio, el futblista no, pues su carrera es exageradamente corta, de 10 a 12 años. Después, a los 32 años de edad no hay en qué se formen, terminan sin seguros, sin aportes, sin nada, esa es la realidad”.
Descartó que los futbolistas en este tiempo puedan estudiar una carrera universitaria, porque son absorbidos por su dedicación al fútbol. “Hay futbolistas que ni siquiera son bachilleres, se dedican toda su vida a correr detrás de la pelota porque las exigencias son mayores, juegan miércoles y fines de semana en torneos locales e internacionales y con la selección, entonces no hay tiempo. "Después de dejar el fútbol uno tiene familia e hijos. A los 35 años tienen que trabajar en lo que aparezca”.
Desde su punto de vista, el sistema educativo público y privado debería crear carreras ligadas al fútbol como la gerencia deportiva, fisioterapia y nutrición, “porque en la actualidad no hay, somos pobres en todo. Presentamos un proyecto al expresidente Evo Morales para la creación de carreras universitarias ligadas al deporte, pero nadie hace nada y lo más fácil es decir 'no pagar a estos que ganan mucho'. No pues, no es así”.
Finalmente, el ejecutivo de Fabol dijo que la postura firme de no admitir recortes tiene que ver con el atraso de los clubes en sus obligaciones económicas. “Solo dos o tres están al día, los otros siempre están atrasados. Si todos habrían pagado febrero y estarían a punto de abonar marzo, tendría sentido su propuesta de no pagar por la crisis de la pandemia”.
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