Los clubes de la División Profesional del fútbol boliviano sufren las consecuencias de la convulsión que vive el país. Los 31 días que lleva paralizado el torneo Clausura pasan factura a los departamentos de finanzas de las instituciones, los ingresos son prácticamente nulos y los dirigentes hacen piruetas para conseguir recursos que cubran sus planillas y otros gastos.
La Razón Digital se contactó con clubes paceños para conocer a cuánto ascienden las pérdidas por este receso involuntario. A las entidades les urge una solución al conflicto del fútbol nacional.
The Strongest
En el bando atigrado el directivo Ricardo Llano reveló qué las pérdidas circundan el medio millón de dólares debido a que también las actividades comerciales de la presidenta Inés Quispe han sido afectadas pero aun así se ha logrado cumplir con jugadores y cuerpo técnico.
“Como club, desde el 20 o 21 de octubre el déficit bordea los 500.000 dólares entre recaudaciones y otros ingresos y la planilla mensual está incluida ahí, pero pese a eso se ha cubierto. Las dificultades afectan a las personas que manejan el club, las empresas que maneja la señora Inés se están viendo perjudicadas también pero estamos al día”, señaló Llano.
Always Ready
La coyuntura es similar en el equipo de la banda roja, con mínimos ingresos para solventar sus compromisos económicos; auguran que se pacifique el país para que el fútbol vuelva y con ello recaudar dinero para seguir adelante.
“Sin lugar a dudas las pérdidas son altísimas porque tenemos muchas obligaciones no solo con el cuerpo técnico, jugadores sino también con muchos proveedores, es difícil precisar la cifra pero es muy alta no solo por recaudaciones, hay compromisos con sponsors, son varios aspectos que perjudican”, enfatizó el presidente del club “millonario”, Fernando Costa.
La dirigencia apelará a sus auspiciadores para que cumplan con algunos compromisos y así superar la coyuntura.
Bolívar
Este medio intentó comunicarse con el gerente de BAISA SRL (sociedad que administra los recursos del club Bolívar), Dardo Gómez, pero los intentos fueron vanos. Sin embargo se sabe que el cuadro celeste también tiene dificultades, la semana que antecede los jugadores pararon por falta de un pago, aunque días después el inconveniente fue superado.
En la Academia al menos 10 jugadores terminan sus vínculos con la institución a fin de año y la tarea para la dirigencia es renovar con gran parte de ellos, otro pormenor que trae gastos y que deben salir de la sociedad anónima que maneja los recursos del club.
El resto no la pasa mejor
Las arcas de los otros clubes se vacían y al no tener ingresos por recaudaciones las preocupaciones suben. Para la gran mayoría la principal fuente que otorga recursos económicos son los reembolsos por sus partidos en condición de local aparte de los aportes de los propios dirigentes.
Uno de los que atraviesa momentos de alta complicación es el cruceño Sport Boys. Sin presidente, ni cuerpo técnico y con su plantel de jugadores en paro debido a las deudas del club que ya entran al sexto mes impago. En Oruro, San José tampoco trabajó con normalidad en el último tiempo también por compromisos devengados pero esto podría cambiar con la asunción de su nuevo presidente, Carlos García.
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