Osuna incursionó en el fútbol boliviano como dirigente del club Universidad, de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF). Pasó a ser titular federativo durante el período 1986-1988, desde ahí tuvo un acercamiento con la cúpula de la Confederación hasta obtener el cargo de tesorero, una función que cumplió por 27 años.
En 2006 era uno de los candidatos a la presidencia de la FBF, pero cuando creía que tenía el apoyo de la mayoría de los votantes para alcanzar el máximo cargo de la entidad los dirigentes que le habían empujado hasta la Federación se dieron la vuelta y Carlos Chávez fue elegido.
Cumplió con sus tareas como tesorero hasta 2013, pero siguió vinculado a la CONMEBOL ejerciendo otras funciones. En 2015 se destapó la mayor denuncia de corrupción dentro de la FIFA que llegó a salpicar a Sudamérica y a sus directivos, entre ellos el paraguayo Nicolás Leoz. En 2017, Osuna junto a otros dirigentes fueron acusado de recibir sobornos para favorecer a determinadas empresas en la adquisición de los derechos de transmisión de las competencias sudamericanas.
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