El elegido para ser el nuevo seleccionador nacional es César Farías, solo falta que el Comité Ejecutivo le dé el visto bueno y que la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) haga el anuncio oficial, lo que probablemente ocurrirá mañana en La Paz.
Con el venezolano apoyado por unos y rechazado por otros, la FBF tiene al menos tres “razones de peso” para haberse decantado por el cambio y sobre todo por él.
1. Todo comenzó con la decisión de rescindir el contrato con Eduardo Villegas. Tras la experiencia en la Copa América de Brasil, donde Bolivia ocupó el último lugar sin sumar ningún punto, la dirigencia se dio cuenta, al notar de que la Verde no mostraba progresos futbolísticos, de que no era el técnico indicado, por ello optó por bajarle el pulgar.
A comienzo de año, la FBF escuchó “la voz del pueblo” que pedía a gritos la designación de Villegas por ser el más ganador del fútbol boliviano por sus seis títulos nacionales y por ser el flamante campeón con San José.
Siete meses después, la misma gente ya no estaba de acuerdo con que el DT nacional continúe, por lo ocurrido en la Copa.
Fue una mala experiencia para la dirigencia que considera que por atender esa demanda perdió tiempo.
2. La FBF no está dispuesta a apostar por un entrenador que no conozca el medio. “Sería como jugar una suerte sin blanca”, admite un alto miembro del Comité Ejecutivo.
Traerlo supondría, primero que nada, esperar su adaptación al medio, que se empape de la realidad futbolística en Bolivia y que conozca a los jugadores. Pasarían varios meses para ello, un tiempo que —tomando en cuenta que en marzo comenzarán las eliminatorias— es preferible utilizarlo trabajando al mando de alguien que ya transcurrió por todo eso.
Encima, las condiciones económicas que imponen esos profesionales están muy por encima de lo que la FBF maneja como presupuesto. Sean europeos o incluso sudamericanos, en el mejor de los casos —desde el punto de vista de la economía en el país— quieren ganar mucho más de un millón de dólares por año.
3. César Farías tiene más de un plus a favor. El hecho de conocer como la palma de su mano el fútbol boliviano, por su paso por The Strongest —con el que fue campeón en 2016— y luego de manera interina por la selección, va a permitir que venga directo a meterse al ruedo. Aparte, cuando dirigió a la Verde en 2018 comenzó un proceso apuntando sobre todo a la categoría Sub-23, de manera que continuarlo no sería complicado cuando falta poco para que se juegue el Preolímpico, a comienzo de 2020.
Otro factor que los dirigentes priorizan es su experiencia en selecciones con Venezuela, a la que llevó a un alto nivel si bien no consiguió el objetivo máximo de clasificarla a un mundial. Pero el proceso realizado fue meritorio.
De paso, el tema económico no es un problema grande. Si bien Farías tiene un caché mayor al de Villegas, el incremento que deberá hacer la Federación será “controlado y sostenible, de ninguna manera desmedido”.
El Ejecutivo de la FBF “se dio cuenta” de que con los 500.000 dólares que cobraban Villegas y su equipo será imposible traer a alguien de afuera, pero las pretensiones de Farías también ayudan porque no son inalcanzables, dado que prioriza el reto deportivo y no las condiciones económicas.
‘Una fuerte cláusula’ vs. su mal carácter
Robert Blanco, vicepresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), reconoce que César Farías “es buen técnico”, pero se opone a que sea designado como seleccionador nacional “por su carácter” y considera que “no es el indicado” para el cargo.
“Yo no cambio lo que digo. No es que (Farías) sea un mal técnico; si bien no lo vi trabajar, jugadores y entrenadores, incluso periodistas me dicen que es un buen profesional, pero lastimosamente para mí su personalidad y su carácter dejan mucho que desear. Con todos los problemas que tiene el fútbol boliviano, no es el indicado porque pierde la chaveta y eso no podemos tener en este momento” al frente de la selección, señaló Blanco.
Según otros miembros de la FBF, hay que elegir al seleccionador por sus méritos deportivos, su experiencia en el fútbol y no porque tenga o no mal carácter.
En todo caso, en el contrato de César Farías habrá una “fuerte cláusula” de comportamiento, a fin de que no se repitan, siendo seleccionador boliviano, incidentes que tuvo como entrenador de The Strongest.
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