El pasado 13 de abril, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, publicó un comunicado en el que recordaba con tristeza la reciente "serie de incidentes racistas en el fútbol" y se mostró contundente al afirmar que "el racismo tiene que acabar. Punto final".
Estas declaraciones se producían un día después del encuentro entre el Dijon y el Amiens, de la liga francesa, en el que se paró unos minutos el juego como consecuencia de que el capitán del Amiens, Prince Gouano, recibió insultos racistas. Tanto la liga francesa (LFP) como la UEFA, condenaron los hechos y mostraron su apoyo a Gouano.
Infantino ha reiterado que es triste ver como se repiten los incidentes racistas en el fútbol. El racismo no tiene cabida en el fútbol, dijo, "al igual que tampoco tiene cabida en la sociedad".
Recientemente otros jugadores como Kalidou Koulibaly (Nápoles), Raheem Sterling (Manchester City) o Danny Rose (Tottenham), han sido insultados.
En España, en abril de 2014, el brasileño del Barcelona Dani Alves sufrió un incidente racista durante un partido contra el Villarreal, en el que un espectador le tiró un plátano cuando el jugador azulgrana iba a sacar un córner.
Alves respondió comiéndose el plátano justo antes de lanzar el saque de esquina ante la mirada atónita del juez de línea y del público.
A continuación las redes sociales se llenaron de mensajes de condena a la actuación del hombre que tiró el plátano y abogando por el respeto y el "No al racismo".
Eto´o, Nyom y Marcelo, entre otros, han sufrido actos similares al lanzamiento de un plátano que vivió Dani Alves.
El brasileño Alves y su compatriota Neymar se quejaron en más de una ocasión por los gritos proferidos por algún sector de la grada.
No son sucesos aislados. En los noventa, el lateral brasileño del Real Madrid Roberto Carlos denunció las ofensas de las que era objeto por parte de la hinchada, incluyo rayaron en su coche la palabra "macaco".
En 2000 Darío Silva, delantero uruguayo del Málaga CF, agredió a un aficionado del Real Oviedo, quien le había llamado "negro".
También en 2004, los jugadores ingleses Jermain Defoe y Andy Cole, ambos de raza negra, fueron objeto de insultos racistas
durante el encuentro amistoso frente a España. La FIFA sancionó a la Federación Española con una multa de 60.000 euros.
Roque Júnior, jugador brasileño del Bayer Leverkusen, fue víctima de manifestaciones racistas durante el partido contra el Real Madrid, cuando un grupo de hinchas en el Bernabeu imitaba los gestos de los monos cada vez que brasileño tocaba el balón. La UEFA sancionó al club blanco con una multa de 9.789 euros.
A finales de ese año, el barcelonista Samuel Eto´o en el campo del Getafe fue increpado reiteradamente con insultos, imitando el sonido de un mono. También, fue objeto de estos insultos su compañero Ronaldinho.
En marzo de 2005, Ronaldo Nazario de Lima, delantero del Real Madrid, lanzó una botella de agua hacia la grada de La Rosaleda y golpeó a un aficionado, suceso que después justificó el incidente por "insultos racistas" recibidos.
En enero de este 2019, Samuel Eto´o, delantero camerunés y ex jugador del Barca, denunció racismo con los técnicos negros y afirmó, "nos ven como seres de segunda". EFE
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