Eduardo Villegas parece decidido a morir en su ley en esta Copa América apostando por la misma alineación, sin ningún cambio. El resultado fue el mismo, o casi. Bolivia volvió a caer, recibió otra vez tres goles aunque, a diferencia de la caída ante Brasil (3-0), logró convertirle uno —insuficiente— a Perú (3-1).
Con su segunda derrota en el campeonato, la Verde quedó en estado de coma del cual difícilmente podrá recuperarse, a falta de un partido, el sábado frente a Venezuela; siendo lo más probable que abandone la Copa América al cabo de la primera fase.
A pesar de que cuenta con otras opciones en la nómina de 23 inscrita ante la Conmebol, el seleccionador nacional priorizó repetir los mismos 11. En el caso de ayer, consideró que no realizar ningún cambio podía resultarle para tener un equipo más ofensivo en cancha. Tuvo algo de razón dados los primeros minutos de juego, hasta el gol convertido por Marcelo Martins (28 minutos).
En general, a Bolivia le faltó profundidad de mitad de cancha para adelante. Raúl Castro volvió a ser un conductor poco propenso para ir al frente y el equipo se movió en su ritmo. El mediocampista Alejandro Chumacero —volcado de nuevo por el lado izquierdo que le incomoda— pisó más veces el área contraria, pero sin eficacia (falló un cabezazo de gol); Erwin Saavedra se perdió un tanto cantado en la única llegada buena que tuvo (después de regalar otro gol al perder el balón en el medio) y a Marcelo Martins le tocó ser una vez más el “llanero solitario”.
Lo mejor de Bolivia, aparte de Carlos Lampe que evitó la goleada, fue Fernando Saucedo poniendo alma y vida en cada pelota y provocando el penal para el gol nacional, por eso no llegó a comprenderse por qué Villegas lo reemplazó en el segundo tiempo (26 minutos), como también le quedaron cortos los otros dos cambios (Leonardo Vaca por Saavedra y Gilbert Álvarez por Castro).
Casi muerta, la selección nacional buscará el sábado un milagro (vencer a Venezuela) que la coloque ante la posibilidad de pelear por uno de los dos mejores terceros lugares y avanzar a cuartos, con la duda sobre qué hará Villegas: seguir con el mismo equipo o por fin arriesgar más.
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