Después de tanto bregar, la Federación Boliviana de Fútbol en el Reglamento del Estatuto a ser aprobado en el congreso a efectuarse el 29 del presente mes, dispone que el futbolista naturalizado como debe ser, jugará como boliviano y no como hasta ahora que estaba en la misma bolsa que el extranjero pese haber vestido la camiseta de la selección boliviana. El artículo 142 de la Constitución Política del Estado, establece que una persona para naturalizarse debe tener tres años de residencia ininterrumpida en el país bajo supervisión del Estado. El tiempo de residencia se reducirá a dos años, si los extranjeros tienen cónyuges o hijos bolivianos o padres sustitutos bolivianos, como que no perderán esa condición en caso de viudez o divorcio. También por prestar el Servicio Militar y por servicios prestados al país, como también por convenios que se tienen con otros países, no perdiendo su nacionalidad de origen. Sin embargo de la aberración jurídica del anterior Estatuto y Reglamento de la FBF, hubieron defensores de esta disposición que transgredía la Ley de Leyes señalando que “ si se modifica esta determinación todos los equipos tendrán once jugadores naturalizados en cancha”, razonamiento totalmente alejado de la realidad, ya que primero hay que cumplir con las normas y segundo que la persona tenga el deseo de naturalizarse y si finalmente los once jugadores fuesen naturalizados, sería la vergüenza para los clubes y se demostraría una vez más lo inútiles que son los dirigentes que no les importa un pepino las divisiones inferiores. Esperemos que en la reunión previa al Congreso a efectuarse en el Complejo de Achumania donde se pondrá en consideración de los delegados de los clubes profesionales y de aficionados esta disposición constitucional, no existan criterios absurdos de rechazar la misma que ha sido observada por la CONMEBOL y la FIFA, que en los Reglamentos de sus Estatutos, establecen cinco años de permanencia en clubes de un país para ser considerado futbolista naturalizado, desoyendo las críticas de los países afiliados donde cada uno en su Constitución tiene diferencias en años de permanencia en el país para optar la naturalización. En la actual situación del país, nos encontramos con una población dividida entre pensantes y no pensantes. Esperemos que los Presidentes o delegados que asistan a estos conclaves se encuentren los pensantes y de esa manera la votación no favorezca a los levanta manos, si no a quienes son respetuosos con la Constitución Política del Estado como debe ser. Parabienes para los naturalizados bolivianos.
Dr. Edgar Linares Mariscal,
fundador y ex asesor legal de Fabol
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