Las agresiones racistas y discriminatorias en el fútbol boliviano son sancionables, entonces lo que corresponde es aplicar las normas, según el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), César Salinas.
El dirigente instó a los clubes a mejorar la seguridad en los estadios para prevenir esos hechos y a presentar las denuncias cuando corresponda.
El domingo, en ocasión del partido Blooming vs. Wilstermann, jugado en el estadio Tahuichi Aguilera, aficionados lanzaron desde las tribunas insultos racistas contra el jugador aviador Serginho, quien tomó la determinación de retirarse de la cancha a los 85 minutos de juego.
Según Salinas, el asunto ya no está en manos de la FBF, sino que al existir una “norma clara” son los clubes los que tienen que hacer la denuncia ante los tribunales deportivos y éstos actuar en consecuencia. “Si el caso amerita, sancionar al club infractor”.
El presidente de la FBF dijo que ya es tiempo de ejecutar lo que está normado. “En su momento les recomendamos a los clubes que puedan mejorar el tema de seguridad” para “cuando los hinchas empiezan a gritar frases discriminatorias, esté atenta la Policía y agarre al infractor, pero casi nadie hace eso”.
Si la dirigencia de los clubes no asume una posición al respecto, “nosotros, como FBF, nos sentimos un poco impotentes, porque la dirigencia está más preocupada en querer ganar en el tema económico y no se preocupa de estos aspectos que también son importantes”.
Lo que corresponde es que “haya más policías en las graderías para que ningún hincha termine tocando este tema, que es muy delicado”.
Robert Blanco, vicepresidente de la FBF y principal director de la División Profesional, es partidario de advertir “una vez más a los dirigentes de los 14 clubes” y a partir de ahí aplicar “duras sanciones”.
“Para frenar el racismo se debe actuar con mano dura, no hay otra opción. La Federación está obligada a actuar con base en los estatutos. Si hay que poner mano dura para detener estas situaciones, se debe castigar, pero yo propondría aún otra reunión de prevención con los dirigentes y después de esto sí aplicar y, sin pensarlo dos veces, lo que mandan las normas”, enfatizó Blanco.
“Se escuchan barbaridades y si se va castigar a uno, tiene que ser a todos”, insistió.
El presidente de Wilstermann, Grover Vargas, adelantó que su club hará una representación ante la justicia deportiva.
“El tema legal está a cargo del abogado del club, Cayo Salinas, y queremos que se castigue para que no ocurra más. La discriminación es un tema recurrente y debemos frenarla. No es un tema cualquiera, nos estamos haciendo daño y debemos parar esto”, aseguró.
Blanco también hizo notar que “las actitudes agresivas hay que castigar vengan de donde vengan, incluso contra los mismos jugadores o entrenadores, quienes a veces provocan a la afición”.
Ramiro Ballivián, futbolista de Wilstermann, lamentó la agresión verbal que sufrió su compañero y se solidarizó con él. “Es una pena que esas cosas pasen en los estadios de nuestro país. Alguna gente cuándo entenderá de que a la persona que agredes tiene familia, tiene sus niños, su madre y que todos somos iguales. Una vergüenza lo que pasa”.
martes, 19 de marzo de 2019
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