De acá a un tiempo los equipos derrotados en los partidos del campeonato Apertura de la División Profesional acusan al cansancio como el factor preponderante para sus bajas actuaciones en declaraciones al unísono del director técnico y los jugadores sin desviarse del libreto.
Vayamos por partes. En el actual campeonato cada equipo ha jugado simplemente cinco partidos de los 52 que tienen que disputar en los dos certámenes que se juegan anualmente y algunos jugadores en entrevistas manifestaron que el cansancio está haciendo mella en el equipo, lo que quiere decir que en diciembre llegaran cadáveres. Hay que recordarles a los jugadores que como mínimo anualmente tienen que disputar entre 55 a 60 partidos para tener un estado físico competitivo, naturalmente bajo un estricto respeto a su cuerpo que es su arma de trabajo que muchas veces es traicionado por bebidas espirituosas que merman su rendimiento.
En los tiempos actuales sin lugar a equivocarnos, los jugadores tienen jugosos sueldos inalcanzables para un profesional académico con maestría y doctorado, naturalmente por el límite de edad que tiene la actividad deportiva, de ahí su alta cotización que es retribuída con el espectáculo que brindan para beneficio de las arcas de los clubes. En lo que no estamos de acuerdo es que muchos en nuestro medio sean profesionales para cobrar y amateurs para rendir en el campo y los resultados así lo han demostrado.
La reglamentación de la International Board, establece que un jugador se encuentra apto para jugar cada 48 horas de ahí que en todos los países del hemisferio se disputan varios campeonatos en una misma gestión, mientras que en el nuestro ya estamos cansados en la quinta fecha del campeonato apertura, estando al otro extremo el campeonato de la Primera “A” de la Asociación de Fútbol de La Paz, donde se juega nueve partidos en el primer semestre y nueve en el segundo.
Lo que nos queda es tener la esperanza de que nuestros futbolistas profesionales sean eso dentro y fuera del campo de juego y nos brinden espectáculos acordes con el costo de la entrada que paga el aficionado, razón por la que no pueden dejarse llevar por la pereza y el desgano en contraposición con los sueldos que perciben y que son de envidia sana de jugadores que pasearon su fútbol muy superior al actual en épocas pasadas con salarios que representaban para los mejores el 20% de los que en la actualidad se perciben. Otro motivo más por el que no puede haber cansancio a escasas fechas de iniciado el campeonato, que como resultado de su cansancio por la vida desordenada que algunos jugadores llevan tendrán estadios semivacíos con riesgo de quedarse sin salarios.
Dr. Edgar Linares Mariscal,
fundador y ex asesor legal de Fabol
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