Haciendo un poco de historia, hemos tenido únicamente dos grandes sucesos en nuestro fútbol, la obtención del Campeonato Suramericanos del año 1963 y la participación en el Mundial de Estados Unidos de Norte América el año 1994, con equipos que fueron dirigidos por técnicos extranjeros, el brasilero Danilo Alvim y el español Xavier Azkargorta respectivamente, como lo están actualmente Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Paraguay.
Al haber asumido Villegas el mando de la selección tiene que tenerlas muy claras que no es igual que dirigir un equipo para los campeonatos domésticos, por el hecho de que el tiempo de preparación es insuficiente y los jugadores que estarán bajo su mando serán nativos y si hacemos números, los cuatro jugadores extranjeros que se permiten en cancha por equipo en nuestros certámenes son los más destacados y no estarán bajo su disponibilidad por el momento mientras no sean necesarios, considerándolos bolivianos naturalizados solo cuando visten la verde y no así en los campeonatos domésticos donde siguen siendo extranjeros pese a estar amparados por la Constitución Política del Estado, en una franca resistencia de los dirigentes que están sujetos a un proceso penal por esta desobediencia.
Está visto que el escaso número de jugadores de jerarquía que tenemos para participar en certámenes de alta competencia como es el próximo Suramericano será el talón de Aquiles del técnico Villegas y los elegidos tendrán que redoblar esfuerzos para nivelar con su entrega a la superioridad técnica de nuestros adversarios, aspecto descuidado en nuestro país por la falta de divisiones inferiores donde se comienza a trabajar en ese fundamental aspecto.
Creemos que Villegas tiene que crear identidad al juego de nuestra selección y contar con un profesional en psicología para superar nuestro eterno mal: el complejo de inferioridad al tener al frente nombres que simplemente son hombres al igual que los nuestros y que podemos superarlos como sucedió en los años 1963 y 1994.
Como se puede establecer, el trabajo que le espera a Villegas es un verdadero desafío que demostrará que nuestros directores técnicos no tienen nada que envidiar a los extranjeros y el déficit de jugadores se puede suplir con el sistema de juego y sudando la camiseta.
Lo que nos resta es que los dirigentes tengan el tino de darle a Villegas todas las facilidades para la preparación del equipo y no se suspenda el campeonato dejando parados a 500 jugadores mientras van entrenando 25 con la selección. Suerte Eduardo tienes el apoyo de todos los conocedores del fútbol.
Dr. Edgar Linares Mariscal,
fundador y ex asesor legal de Fabol
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