Cuando Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol, se dirigió a los medios lanzó una frase clave: “A futuro no veo ninguna limitación para que Bolivia sea sede de la Copa América, solo tiene que proponer ser sede, pero en el marco de la ecuanimidad y justicia que se debe mantener para cada país”. El guiño a Bolivia se da porque la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) solicitó ser anfitriona del torneo en 2023. Sin embargo, Conmebol ya tiene definido que sea Ecuador.
Pero como es necesaria la transición hacia un año par, recordando que en 2019 se jugará en Brasil, Bolivia se convierte en la primera opción. Si la sede de la Copa América se da en 2020, en 2024 se jugaría en Ecuador. Desde la FBF hay entusiasmo por albergar el torneo aunque reconocen que será clave el apoyo del Gobierno. Hace tiempo se hizo la solicitud a Conmebol para albergar el torneo en el entendido de que le correspondía a Bolivia tras Brasil 2019, sin embargo, ese aspecto se lo desestimó. De todas formas, la gestión sirvió para que el ente sudamericano conozca de cerca el interés que existe por ser la próxima sede del torneo de selecciones.
“En la solicitud que hemos hecho hemos pedido los requisitos para ser sedes en 2020”, dijo Freddy Téllez, que funge como secretario ejecutivo de la FBF. “En base a los requisitos que nos manden, veremos si es necesario negociar con Ecuador para que ellos la organicen en 2020 y nosotros en 2024”, agregó Téllez, aclarando que Bolivia cuenta con la hotelería y cada vez con mejores campos deportivos. Lo único que podría hacerles variar es el apoyo del Estado, muy necesario para la organización de este tipo de campeonatos.
César Salinas, presidente de la FBF, y su similar de Conmebol, Alejandro Domínguez, se reunieron en septiembre en La Paz y ahí se habló del tema, aunque el paraguayo dejó en claro que la primera opción es Ecuador. Pero eso era hasta antes del consejo de ayer en el que se confirmó que la Copa América se jugará en años pares y cada cuatro años. Una vez llegue esta comunicación a la Conmebol, se la hará conocer a todas las asociaciones para la postulación, aunque reconociendo que ya existe una solicitud de la FBF.
Domínguez habló de “que debe existir una forma más equitativa y justa para designar la sede” en alusión a Bolivia que no alberga la Copa desde hace 21 años. Salinas y Téllez, que forman parte del ejecutivo, consideran que el país cuenta con la condiciones de hotelería y que la licencia de clubes, entrenadores y el ranking de escenarios que ha encarado Conmebol -hace poco estuvo la comisión recorriendo los estadios del país-, dejan en claro que están levantando la información para tener en claro los escenarios aptos para albergar partidos de nivel.
Desde dentro de la FBF y también periodistas que cubren la Conmebol en Paraguay, han considerado que Domínguez busca no originarse una resistencia política en Bolivia, ahora que se les negó la posibilidad de ser sede en 2023. La única opción de que Bolivia fuera prioridad es si Ecuador acusa algún tipo de dificultad, aunque de momento eso se descarta porque Ecuador en infraestructura ha tenido un crecimiento importante. Su venida a La Paz en septiembre permitió conocer aún más de cerca a Salinas y a la FBF y se fue incluso prometiendo que volvería a la inauguración del CAR en el país.
Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, vio con buenos ojos que la Copa América se empareje con la EUFA por los calendarios.
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