Ratas, serpientes y un deterioro en general, eso es lo que pudo constatar DIEZ durante un recorrido que realizó al estadio Édgar Peña, un escenario que tuvo una inversión de acuerdo a la plaqueta de la entrega, de 26.811.524,57 bolivianos. En un principio la Alcaldía de Warnes fue la que se encargó de la administración pero luego esta pasó a manos de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF).
Algo para recalcar está el hecho de que en 2017 el sistema de una luminaria ardió (hasta ahora ha sido repuesta) y los trabajadores tuvieron que sofocar las llamas como pudieron. Un video muestra lo que se vivió en aquel momento.
Las serpientes también han empezado a ganar su espacio en el interior del escenario deportivo -hay fotografías que así lo constatan-; la última que mataron estaba por el gramado. En mayo, durante un partido de la B, apareció otra en el lugar donde suelen colocarse los planilleros de los partidos.
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