Jorge Wilstermann, primer campeón profesional de la nueva era del fútbol boliviano con todo merecimiento. Fue el equipo más regular en todo el campeonato, con un arquero que dio confianza a todo el equipo, defensa bien plantada, medio campo creador y una delantera punzante con hambre de gol. Un equipo ensamblado en base a jugadores nacionales y con excelente tino para contratar extranjeros. Una virtud del club aviador. Al margen del lauro conseguido por Wilstermann, el primer certamen tuvo conductas dispares de todos los segmentos que configuran el espectáculo:
LOS DIRIGENTES: SE APLAZARON al convocar un campeonato por series donde no existió competitividad y por ello con estadios semivacíos, otorgando premios de participación en las Copas Libertadores y América fuera de toda lógica, donde el mejor de los peores clasificados recibió un premio y el último de los mejores clasificados se quedó sin nada. Un verdadero absurdo. Nunca más esta barbarie que aleja al espectador de los estadios. Ah…y es tiempo de que dejen de ser fanáticos.
Los ESCENARIOS DEPORTIVOS de Sacaba, Warnes y del Club Bolívar, una verdadera vergüenza para un fútbol profesional. ¿Cómo podemos exigir buenos espectáculos en potreros con superficies semejantes a las de la luna y sin seguridad en esos escenarios para los actores del espectáculo que arriesgan sus vidas? Estamos a mil años luz en este aspecto con relación a los países vecinos, pese a que simplemente contamos con 14 clubes profesionales.
Los DIRECTORES TECNICOS: Muy belicosos, teniéndolo sin vida al cuarto árbitro todo el partido. Sin tolerancia con el colega con el que intercambian insultos llegando inclusive a los golpes, con un gran número de expulsados por su temperamento. Tendrían que reflexionar por el daño que causan a su equipo porque no es lo mismo dirigir vía celular.
Los JUGADORES: con escasas promociones, bruscos en su juego y lo penoso, con premeditación a lesionar al rival. Abusivos y prepotentes con los árbitros. Falta de respeto a sus clubes con rendimientos que no justifican los altos salarios que perciben se pierda o se gane. Ese desgano es condenado por los hinchas que los abuchean permanentemente. Creemos que la falta de profesionalismo en muchos jugadores debería ser sancionado en los Contratos, por el sacrificio del dirigente en cumplir con su sueldo pactado, con el agravante que prácticamente no pasan de la primera fase en los campeonatos Libertadores y América, demostrando que solo son aptos para los certámenes domésticos y timoratos al salir de nuestras fronteras.
Los ARBITROS: Pasando su peor momento. Se nota que no se está trabajando en la clínica del arbitraje, lo que da lugar a la inseguridad en sus fallos, al margen de la falta de personalidad. Existen buenos jueces, lo que pasa es que existe manoseo de los dirigentes en su designación y lo que es peor, que no tienen respaldo del Tribunal de Justicia Deportiva, cuyos fallos leves a los jugadores y dirigentes pese a la gravedad de los hechos, los dejan desamparados y librados a su suerte frente a los dirigentes. Necesitan verlo muerto al árbitro para dictar una Resolución acorde con la normativa por temor a los socios de su club que lo promovió para el cargo en ese Tribunal. ¿Hasta cuándo tendremos que esperar para que se convoque a los Colegios de Abogados para conformar los Tribunales de Justicia Deportiva de Aficionados y Profesionales?
El PÚBLICO: Todos masoquistas por la pobreza de los espectáculos, viendo a jugadores extranjeros del montón que no dejan ninguna enseñanza , siendo los jóvenes valores de las reservas de los clubes quienes de alguna manera suplen esa deficiencia. Público con conducta aún sana, salvando algunos inconvenientes promovidos por espectadores iracundos. Todavía se puede asistir en familia a los partidos con la esperanza de que así continúe.
Esperemos que el segundo campeonato de todos contra todos, oficialice también el campeonato paralelo de la RESERVA para contar con jugadores con vistas a las Eliminatorias Qatar, con un reglamento donde el campeón beneficie con tres puntos a su primera, el segundo con dos puntos y el tercero con un punto al final del campeonato y de esa manera jerarquizar ese certamen. Esta sugerencia sería parte del inicio del mentado e inexistente PROCESO en nuestro fútbol, esperemos que la tomen en cuenta el actual directorio de la FBF y su cuerpo técnico.
Dr. Edgar Linares Mariscal. Fundador y ex Asesor Legal de FABOL.
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