César Salinas se convirtió en el nuevo presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). Lo hizo luego de que Guido Loayza, su contrincante de turno, se retirara denunciando prebendalismo, aunque pidiendo luego al nuevo mandamás, que busque la unidad en el fútbol nacional. En el congreso de la FBF instalado en el hotel Los Tajibos se presentaron 19 de los 28 delegados, aunque estuvo a punto de no haber cuórom.
El congreso se instaló con media hora de retraso ya que la dirigencia de Fabol, liderada por Milton Melgar y David Paniagua, solicitaron ingresar al salón pese a no tener acreditación. La Policía y los guardias de seguridad actuaron de inmediato y les pidieron que desalojaran el lugar para evitar inconvenientes. Pero el congreso aún no se había instalado porque no había cuórum, se esperaba uno más para completar 19.
De pronto y en medio de gran expectativa de los presentes y de los mismos medios, apareció Robert Blanco, hoy presidente de Destroyers. Sin nada que ocultar fue claro antes de ingresar: "Salinas nos ofreció una vicepresidencia", aclarando que Wálter Castedo -expresidente federativo y directivo destroyano- ocuparía ese lugar en caso de ser electo. Con él dentro del congreso, todo marchó sobre ruedas para Salinas.
Eso sí, esa declaración fue refutada por Carlos Ribera que fungía hasta ahí, como presidente de la FBF. "Sería una vergüenza que Castedo asuma como vicepresidente", dijo. Recordó todo el problema del Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Vinto cuando Castedo era presidente y que ese aspecto no se podía olvidar. Sin embargo, esa molestia quedó en nada porque Destroyers 'llegó con la llave' para el congreso.
Pero ¿por qué Destroyers destrabó todo? En principio se habló del bloque cruceño (los seis equipos de esta región) que, junto a la Asociación de La Paz, Bolívar, San José y Wilstermann, iban a ir unidos. Y si veían irregularidades no se presentarían para evitar los 2/3. Sin embargo, la situación cambió con la posición de los cuchuquis originando la bronca del resto de los directivos. En ese instante Guido Loayza se salió.
El presidente de Bolívar optó por llegar hasta el hotel Hampton para confirmar que se retiraba de la pugna por las irregularidades que había visto. Lo acompañaron los delegados de Royal Pari, Sport Boys, Blooming y Wilstermann. "No íbamos avalar una elección con actos aberrantes", sostuvo, criticando el prebendalismo y la "sospechosa designación de los cinco delegados de la ANF". Habló y luego se retiró.
Mientras eso sucedía el congreso ya estaba en marcha y luego del protocolo de rigor se llevó a cabo la votación que arrojó un resultado contundente: Salinas 19, Guido Loayza 0. El atigrado comandará la FBF por los próximos cuatro años teniendo un desafío importante por delante. Lo que faltaba por confirmar era si en realidad Wálter Castedo, de Destroyers, asume como vicepresidente. Destroyers tuvo la llave de todo.
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