El nuevo Estatuto de la F.B.F. aprobado el 7 de junio de 2017, determina que el Congreso conformado por veintisiete delegados, nombrará a sus nuevas autoridades. Este Congreso tendrá doce delegados por la división profesional (Liga), doce por la división aficionado (ANF), uno del fútbol femenino, uno de fútbol de salón y fútbol playa y otro de futbolistas, entrenadores y árbitros.
Ahora bien. En la actualidad la división profesional tiene catorce equipos, entonces tendría que tener ese número de delegados y como existe la ilegal decisión de otorgar la paridad de votos a la división aficionados pese a tener solo nueve asociaciones departamentales, entonces la FIFA y la CONMEBOL tendrán que inventar cinco delegados fantasmas para mantener esa infundada igualdad de delegados y llamando poderosamente la atención, que ese Estatuto está desactualizado, ya que mantiene al número de delegados en veintisiete para las elecciones, sin contar los dos votos legales de los clubes ascendidos a la Liga. Todo un caos.
Otra situación preocupante, es que este risible Estatuto contempla únicamente las funciones del presidente, dejándolos como gallinas sin huato a los cuatro directores que son parte de la plancha de cada fórmula, lo propio que a los vicepresidentes elegidos a dedo como de costumbre por las dos divisiones profesional y aficionado.
Habría que informarles a los emisarios de la FIFA , CONMEBOL y miembros del Comité Electoral, que en Bolivia existen leyes que hay que cumplir, ya que querer eludir las mismas, conlleva procesos penales y queremos advertirles a estas instituciones y personas integrantes de este Comité, que este nuevo Estatuto que no tiene pies ni cabeza, tiene que someterse a la revisión para su aprobación por la Gobernación de la ciudad de Cochabamba de acuerdo al Código Civil, al encontrarse en la misma el domicilio legal la F.B.F., caso contrario, esta elección será nula de pleno derecho, con el agravante de que en el mencionado Estatuto, existe usurpación de funciones y competencia por parte de la F.B.F., al disponer que las Asociaciones Civiles que deben conformar los futbolistas, entrenadores y árbitros por un lado y el fútbol de salón y el fútbol playa por el otro, serán aprobados por esta entidad y no por la Gobernación como corresponde. En síntesis, esta elección morirá antes de nacer.
Dr. Edgar Linares Mariscal, fundador y ex asesor legal de Fabol
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