El equipo nacional llegó a suelo cruceño la noche del jueves. Inmediatamente se trasladó rumbo al hotel de concentración. Los jugadores tuvieron un corto descanso para recuperar fuerzas. Cada uno volcó la hoja y su concentración ya está en el siguiente rival, cuyo seleccionado logró un empate ante Venezuela, de visitante, y acaricia el Mundial al mando de Oscar Washington Tabárez.
El plantel que dirige Mauricio Soria tiene el objetivo de cerrar las clasificatorias con una victoria, a sabiendas de que deberá prescindir de la conducción del DT, que cumple una sanción por parte de la FIFA debido a gestos incorrectos ante Chile.
El grupo tuvo algunas horas de descanso que fueron aprovechadas para recibir la visita de los familiares que se encuentran en la capital oriental, en tanto que otra parte del elenco entrenó en la cancha de Blooming (práctica regenerativa y aeróbicos). Por la tarde, el ensayo fue programado en el estadio Ramón Aguilera Costas, cuyo horario de inicio fue modificado.
“Tuvimos un partido complicado. Hubo mucha exigencia. Propusimos dinámica y estuvimos concentrados. Brasil llegó con jugadores rápidos y veloces, con virtudes. Estamos pensando ya en Uruguay, hay que recuperar fuerzas para despedirnos como uno quiere, bien”, aseveró Ronald Raldes, quien es uno de los futbolistas más experimentados.
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