Errores graves y hasta gravísimos tanto dentro como fuera de la cancha, marcaron la participación de Bolivia en las Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018 que finalizó el martes pasado, en la que consumó su sexta eliminación consecutiva, pese a la mentada "ayuda" de la altura de La Paz.
En dos años en las que duró, fueron tres entrenadores los que dirigieron (insólitamente cada uno dirigió seis partidos), en los que los resultados negativos fue el común denominador para quedar finalmente en el 9no lugar.
Error I. Baldivieso. Los dirigentes que manejan el fútbol boliviano son los principales culpables de tan pésima campaña, no solo de esta Eliminatoria, sino de muchas otras pasadas, porque son quienes toman decisiones erradas, en donde prima más el interés personal o de grupo, que la verdadera superación del fútbol del país en todos sus divisiones.
Meses antes del arranque para Rusia 2018 (Julio de 2015), la justicia boliviana se llevó preso al presidente Carlos Chávez, como a otros altos dirigentes, como corolario de lo que venía aconteciendo a nivel mundial con la FIFA.
Marcos Ortega asumió el mando federativo y a fines del mes de agosto, anuncia la contratación de Julio César Baldivieso, cortando el trabajo que venía realizando Mauricio Soria, que había dirigido la Copa América de Chile 2015 con buenos resultados, siendo ese el primer error, tal como se dieron los hechos tiempo después.
Baldivieso "borró" de un plumazo a varios jugadores, bajo la mentada "renovación" que no fue tal, que iba a imponer en la selección, mientras que varios jugadores, decidieron alejarse en forma voluntaria, mientras el "emperador" siga al mando.
Baldivieso no solo se enfrentó a jugadores sino también a varios dirigentes e incluso el periodismo
Al final, tras la Copa América de Estados Unidos, terminó su tórrida vinculación con la FBF.
En los seis partidos que dirigió, hizo actuar a 32 jugadores, pero ninguno de ellos "juvenil", como tanto lo pregonó.
Error II. Hoyos. La FBF ya bajo el mando del cochabambino Rolando López, pero que se encontraba con detención domiciliaria, debido a problemas extrafútbol, decide realizar una especie de examen a los candidatos para asumir el cargo de DT de la selección.
Se presentan Eduardo Villegas, Mauricio Soria y el argentino Ángel Guillermo Hoyos, que había tenido un paso por Bolívar.
Al final el proyecto de Hoyos convence a la dirigencia que lo elige como el nuevo entrenador.
Marco Peredo, en ausencia de López, es quien hace el anuncio en los primeros días de agosto 2016.
Su inicio fue esperanzador, victoria ante Perú y empate ante Chile, pero lejos de saber lo que tiempo después iba a ocurrir.
Cuatro partidos más dirigió Hoyos con los que cosechó dos derrotas por goleada, un empate y una victoria, haciendo debutar a 12 jugadores más, sobre todo los que había "borrado" Baldivieso, pero vaya sorpresa. Casi como un regalo de Navidad, en forma sigilosa arregló su vinculación con Universidad de Chile, anunciando a la dirigencia de la FBF su partida sin vuelta de hoja.
Vuelve Soria. Mauricio Soria, que meses antes había tomado la dirigencia de la FBF, vuelve a poner en el tapete su proyecto y, sin mayores complicaciones el 23 de diciembre es presentado por Marcos Peredo, que era quien había quedado tras el problema que seguía enfrentando López.
Lo anecdótico del caso es que luego de su anterior paso por la selección, Soria demandó el pago de una deuda que tuvo varias idas y venidas porque esa dirigencia había sido detenida en la cárcel.
Tras su presentación nomás, el exarquero le pegó duro a Hoyos, indicando que "se había perdido el tiempo". "Nos han dejado una selección mal preparada, en todo sentido, física, técnica y mentalmente", dijo en clara referencia al DT argentino.
Contando el partido ante Uruguay, Soria también dirigió seis partidos, dos victorias, tres derrotas y un empate, agregando otros 12 jugadores debutantes a lista de Baldivieso y Hoyos.
Tres presidentes. Detenido Chávez en julio de 2015, en agosto asume Marco Ortega, pero su presidencia de casi cinco meses merece una serie de observaciones, sobre todo por un extraordinario gasto en diversos ítems que en una reciente auditoría dada a conocer por la actual dirigencia, no tiene justificación ni respaldo.
Anunciaron que demandarán a Ortega para cobrar una suma de dinero muy importante.
En enero de 2016 en Tarija, en Congreso es elegido Rolando López, pero poco tiempo después, fue denunciado por hechos irregulares ajenos al fútbol que terminaron en su detención domiciliaria.
En su lugar asume el cruceño Marco Peredo, quien arremete con una serie de denuncias de corrupción a varios dirigentes y en especial a López para llegar al poder.
Al final Peredo se va y asume Carlos Ribera, todo un zafarrancho.
El caso Cabrera derivó en la quita de cuatro puntos
En un hecho sin precedentes por las decisiones que lo rodearon y que después derivaron, Bolivia perdió 'en mesa' cuatro puntos que ganó en cancha, por la 'actuación indebida' del defensor Nelson Cabrera, de nacionalidad paraguaya pero que tiempo atrás había adquirido la nacionalidad boliviana.
Cabrera que jugaba en Bolívar, fue convocado por Ángel Guillermo Hoyos para los partidos ante Perú en La Paz y Chile en Santiago.
Lo insólito e inexplicable fue la dirigencia de la FBF, estaba al tanto de que Cabrera no era 'elegible' para ser seleccionado, según las normas de la FIFA que controla el torneo y pese a ello, fue convocado.
Cabrera jugó 8 minutos ante Perú (1/09/16), cuando reemplazó a Juan Carlos Arce y 16 minutos ante Chile (06/09/16), tras sustituir también a Arce.
Tiempo después, Chile y Perú llevan el caso a la FIFA que, termina por restarle a Bolivia los 4 puntos ganados y entregarlos a ambos demandantes.
Esta resta de puntos terminó por derrumbar las pocas esperanzas que le quedaban a Bolivia además de provocar un bajón notable en un plantel pese a que declaraban que seguirían Luchando. Una vergüenza total e imperdonable.