En los pasados días se conoció que Messa seguía un tratamiento médico, pero la enfermedad le ganó el partido más complicado de su vida, la que siempre estaba vinculada al fútbol, su mayor pasión.
Los que lo vieron jugar en cancha seguro que se acordarán a ese “10 tradicional, de área”, de regate inopinado, de potente disparo, en ese estilo irrepetible, bien dotado físicamente y de gran talento natural. El mediocampista será recordado por los bolivianos por su aporte al fútbol nacional, fue de los mejores, un ídolo, un maestro con el balón, además siempre fue fiel a sus principios sin dejar de lado el buen humor.
Messa nació en la población Sanandita de Yacuiba, en Tarija, el 12 de diciembre de 1952. Fue uno de los jugadores desequilibrantes que tuvo el país, paseó su fútbol por Petrolero de Cochabamba de donde surgió, para pasar luego al equipo de sus amores, Chaco Petrolero. De ahí a Bolívar y después The Strongest donde brilló y lo llevó a conquistar el primer título de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano en 1997, en una final celebrada ante Oriente Petrolero, en la capital del valle.
Messa Soruco fue el gran “10” que tuvo The Strongest en la década de los años 80. Parecía un jugador lento, pero era imposible pararlo cuando encaraba hacia el arco. El yacuibeño tenía otra virtud, cubría muy bien el balón con su cuerpo.
Era uno de esos viejos enganches que se ven poco y nada en estos tiempos, sus compañeros e incluso rivales decían que llevaba la pelota bien pegada al pie, la entregaba redondita y cada que podía, la clavaba bien pegada a un palo después de acariciar el balón. Era exquisito verlo jugar.
LA SELECCIÓN
El hombre de Yacuiba compartió la vida, la fama y lo que ella contiene con su coterráneo Carlos Aragonés y fue como un padre para Uber Acosta, otro jugador nacido en el Chaco boliviano, con quien vistieron la camiseta del Tigre.
También fue convocado a la Selección Boliviana (1972, 1973, 1975, 1977, 1979, 1981 y 1983) y formó parte de la Selección Resto de América. Brilló con luces propias. Salió del país para jugar en Guaraní y Libertad de Paraguay.
Eso sí, con el combinado Boliviano hizo estragos en el estadio Libertador Simón Bolívar en esa inolvidable eliminatoria de 1977, dejando en el camino a Uruguay y Venezuela. Y por esas cosas extrañas del fútbol de esa época, la Selección tuvo que disputar una liguilla en Colombia, donde se encontró con Brasil y Perú, que dejaron a Bolivia sin la posibilidad de llegar a la Copa del Mundo Argentina 1978.
DIRIGIÓ A LA SELECCIÓN
En los años 1999 y 2005 tuvo la oportunidad ser entrenador de la Selección. Dirigió los planteles de Bolívar (interino), San José, Chaco Petrolero, Independiente Petrolero, The Strongest, Real Santa Cruz, Oriente Petrolero con el que clasificó a la Copa Libertadores de 2001 luego de lograr el título del torneo Clausura de la Liga un año antes, y Wilstermann.
Dirigió la selección en la Copa USA 99 y en las eliminatorias para la Copa del Mundo Alemania 2006.
PRONUNCIAMIENTOS
Ni bien se conoció la noticia del fallecimiento de Messa Soruco, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Bolívar y The Strongest expresaron su pesar en sus cuentas de redes sociales y páginas WEB.
La FBF informó sobre la muerte de Messa, en un comunicado en el que también expresó una “profunda condolencia” a la familia del exfutbolista.
La institución destacó los “valores deportivos y calidad humana” de Messa, que “le valieron unánime reconocimiento”.
“La directiva del Club Strongest, se adhiere al luto de toda la familia aurinegra, por el deceso de una de nuestras leyendas. Ovidio Messa”, se pronunció el Tigre.
“Lamentamos informar el fallecimiento de Ovidio Messa (†), jugó (1976 y 1984) y dirigió al Club Bolívar (1991). Paz en la tumba de Ovidio”, dice el mensaje de la Academia.
“Qué feo levantarse, con esta noticia. Querido Ovidio el respeto, afecto y admiración hacia un amigo, ídolo del fútbol boliviano, que descanse en paz, mucha fe para toda la familia. Ovidio Messa Dios te tenga en su gloria, hermano”, también escribió Marco Antonio Etcheverry.
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