En el periodo 1914-1927 nadie discutía la superioridad de The Strongest, durante todo ese periodo el equipo más importante de Bolivia, ya que el campeonato paceño era con ventaja el más serio del país. Entonces, los más duros rivales de los atigrados eran Universitario y Colegio Militar.
Hasta 1928 el equipo aurinegro había ganado siete de los nueve campeonatos que se habían disputado, era una superioridad aplastante que Bolívar se encargaría de frenar.
Hasta 1931 se consideraba el partido clásico el que enfrentaba a The Strongest con Universitario, aunque ya Bolívar había dado un campanazo con dos subcampeonatos, el de 1927 y el de 1930.
Sea como fuere, el caso es que la historia de los clásicos comenzó antes de 1932, el año en que todos reconocieron que celestes y atigrados eran los más importantes rivales de entre todos, cosa que no cambió de allí en más.
El primer clásico oficial de la historia se jugó el 21 de octubre de 1928, se enfrentaron en la cancha del Hipódromo con un resultado final de empate, a dos goles por bando. En el equipo celeste estaban jugadores como el arquero Miranda, y delanteros como Álvarez, Saínz, Gómez, Molina (que fueron jugadores de la Selección) y Segaline. Los atigrados contaban con su estrella Pachacha González, Plaza, Vildoso y Ballón entre los más destacados.
El primer triunfo de la historia de los clásicos le correspondió a The Strongest, que derrotó a los celestes el 17 de septiembre de 1929 por el torneo amateur paceño por un gol a cero, todavía en la cancha del Hipódromo, pues aún no se había estrenado el estadio Hernando Siles. El primer triunfo de Bolívar se produjo poco después, también en el Hipódromo, el 17 de noviembre de 1929 cuando los celestes derrotaron a The Strongest por uno a cero.
El primer partido en el flamante Hernando Siles se jugó el 27 de julio de 1930 con goleada atigrada por cuatro goles a cero.
El primer clásico entendido como tal (cuando ya Universitario había dejado de ser el otro grande de La Paz) se jugó el 24 de abril de 1932 (era en realidad el décimo partido entre ambos equipos), también con victoria bolivarista por la mínima diferencia. Entre los jugadores que serían campeones ese año y que ganaron el encuentro, estaban Conrado Angulo, Mario Alborta y los hermanos Plaza (uno de ellos exatigrado).
Bolívar se dio el gusto de despedirse del amateurismo con una clara victoria (era el año 1949) por cuatro goles a dos. La superioridad celeste comenzó en ese periodo. Entre 1928 y 1949 se enfrentaron en 39 ocasiones con 14 triunfos de Bolívar y 13 del Tigre, apenas un partido de diferencia, con 12 empates, 68 goles celestes y 74 goles atigrados. Es el único caso de toda esta historia en que el equipo que ganó más partidos tuvo menos goles a favor que goles en contra. En aquellos lejanos tiempos la diferencia entre ambos era mucho menor que lo que es ahora.
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