Mauricio Soria está a diez días de debutar como técnico de la Selección boliviana en una Eliminatoria, todo en medio del periodo más inestable que existe en el fútbol y la dirigencia nacional. El cochabambino será el tercer entrenador en la actual Eliminatoria mundialista, en la que Bolivia ya no tiene ninguna posibilidad de llegar a Rusia y con seis partidos por delante intentará que el combinado nacional no termine en la cola de Sudamérica.
Bolivia sumó hasta la duodécima fecha 11 unidades, pero como perdió en mesa tres puntos ante Perú y otro con Chile, se quedó sólo con siete puntos y en el momento sólo aventaja con un par de unidades a Venezuela, que es última.
Al equipo de todos le falta tres compromisos en condición de local: primero ante Argentina, luego con Chile y por último con Brasil. Sumando todo, el equipo puede llegar a 16 puntos, que lo alejarán del fondo de la tabla e inclusive superará las campañas finales que tuvieron las selecciones en las últimas tres versiones en las que no pasaron de los 15 puntos.
En 2006 Bolivia fue última con 14 puntos, cuatro años después se ubicó en penúltimo lugar con 15 y hace tres años compartió el último lugar con Paraguay con sólo 12 unidades.
Tres entrenadores
En las 16 eliminatorias pasadas que jugó Bolivia, en tres ocasiones tuvo a una tripleta de entrenadores que dirigieron al equipo en una misma clasificatoria y los resultados no fueron los esperados. Soria pasará a integrar ese grupo de profesionales que tuvieron un paso fugaz por el conjunto nacional.
Para el Mundial que se disputó en Argentina 1978, el expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) Mauro Cuéllar (+) contrato los servicios de Wilfredo Camacho, que ganó la serie de forma invicta ante Uruguay y Venezuela; pero luego vino la debacle frente a Brasil y Perú en la Liguilla de Cali. Camacho fue destituido para el repechaje con Hungría y tomo su lugar el alemán Edward Virba, que duró un solo el partido de ida en Budapest, porque para la revancha el que asumió el mando fue Isaac Álvarez.
La segunda vez que Bolivia tuvo tres entrenadores en una misma clasificatoria fue para el Mundial de Corea-Japón 2002. Sergio Asbún designó primero a Carlos Aragonés, ambos se fueron de la federación y cuando llegó Wálter Castedo vino con Jorge Habegger, primero, y la Verde concluyó su participación con Carlos Trucco.
Para ir a Alemania 2006, con Wálter Castedo como presidente, el uruguayo Nelson Acosta inició el camino rumbo al mundial germano. Luego de perder ante Chile en La Paz, Acosta se fue y asumió Ramiro Blacut; aunque el excapitán del seleccionado tampoco pudo hacer mucho y el que terminó la Eliminatoria fue Ovidio Mesa.
11 años después se repite la historia de altas y bajas en la dirección técnica, que en esta ocasión viene emparejada con el desequilibrio dirigencial.
Marco Ortega, presidente interino de la FBF, designó a Julio César Baldivieso, luego llegó Rolando López a la titularidad de la federación y contrató al argentino Ángel Guillermo Hoyos y en diciembre de 2016 hizo lo propio con Soria ante la partida de Hoyos al elenco de la Universidad de Chile.
Mauricio Soria trabaja desde hace un par de meses en la Verde y ya estuvo como DT de los sudamericanos Sub-20 y Sub-17. El actual titular de la FBF es Marco Peredo, que también es interino, y lo más seguro es que el actual técnico nacional verá pasar a un cuarto presidente de la federación en un par de meses más, confirmando la inestabilidad que tuvo la Selección y la federación en la actual clasificatoria.
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