El partido, en general, no fue bueno. La persistente lluvia que cayó hasta minutos antes del lance no ayudó a que ninguno de los dos equipos desarrolle su juego. Por eso, las imprecisiones fueron el común denominador desde el inicio del compromiso.
Aun así, fue Bolivia quien mejor se comodó a las dificultades del campo, sin mucha profundidad, pero un control casi monótono del balón llegó a complicar a Romero con un par de ataques que no fueron bien definidos ni por Arce ni por Martins.
Argentina, en cambio, se dedicó a esperar algún error boliviano y tuvo en Ángel Di María a su jugador más peligroso. El "fideo" tardó en acostumbrarse al terreno, incluso llegó a perder la pelota sin marca alguna, pero cuando logró hacer pie en el campo fue lo más peligroso de la albiceleste. De hecho, la jugada más peligrosa de su equipo estuvo en sus pies, un mal rechazo de Raldes lo dejó solo frente a Lampe, pero al arquero nacional salió airoso del duelo.
El gol boliviano, llegó gracias a una jugada rápida, como pocas veces intentó Bolivia en el compromiso. Bolivia recuperó el balón, Raúl castro lanzó un pase para Escobar quien, sin ninguna marca, lanzó un centro preciso, casi desde la media cancha, para que Juan Carlos Arce marque el primero, a los 31 minutos del encuentro.
El gol fue un golpe duro para Argentina, que intentó adelantar sus líneas para emptar y casi lo consigue, pero el remate de Banega fue desviado por Lampe.
Así, el primer tiempo terminó 1- 0 a favor del local.
La etapa complementaria empezó con una Selección Argentina más adelantada en sus líneas, pero sin la precisión acostumbrada en jugadores que juegan en equipos de primer nivel europeos.
Por eso, el primer cuarto de hora casi no trajo problemas a la defensa nacional.
En cambio, Bolivia fue mucho menos profunda, pero aprovechó la chance más clara que tuvo. Enrique Flores desbordó por la banda izquierda y lanzó un muy buen centro apsado que dejó a Marcelo Martins cara a cara con el arquero. El delantero nacional no dudó y lanzó un potente remate que se coló en el ángulo superior derecho de Romero, era el 2 a 0.
A partir de ese momento Bolivia bajó el ritmo y cedió el protagonismo a Argentina, que no encontró la profundidad necesaria y que cuando lograba rematar al arco siempre se encontraba con un seguro Carlos Lampe.
Incluso, Bolivia pudo meter el tercero. Una jugada colectiva entre Escobar y Chumacero terminó en los pies de Martins, pero su remate fue bloqueado por Carruzo.
Aunque con el control del balón, Argentina nunca encontró el rumbo. Volvió a demostrar que sin Messi en la cancha no tiene una idea de juego y, dependiendo los demás resultados de la fecha, vuelve a poner en peligro su clasificación.
Para Bolivia, en cambio, es un triunfo que poco sirve para subir en la tabla, pero que sirve de un embrión anímico para pensar en el futuro.
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