El tribunal de la Liga pierde credibilidad

Después de más de 40 días de sucedido el impase que involucra al técnico César Farías y al dirigente Benjamín Saucedo, el Tribunal de Disciplina Deportiva de la Liga del Fútbol Profesional recibió la declaración del primero de los nombrados.

Sobre este asunto, el Código de Procedimiento Disciplinario Deportivo, en su artículo 59 (trámite) señala que una vez radicada la denuncia, el tribunal, en un plazo de 48 horas, dispondrá la apertura del proceso sumario deportivo y citará al demandado o demandados para que, en el término de cinco días posteriores, presten declaración indagatoria.

A continuación, el artículo 60 (término de prueba) establece que recibida la indagatoria, o declarada la rebeldía si corresponde, el tribunal dispondrá la apertura de un periodo probatorio no menor a ocho días para que las partes produzcan los medios de prueba de cargo o descargo.

Únicamente en casos especiales y con carácter excepcional, cuando algún acto procesal tuviere que realizarse fuera de la circunscripción del tribunal, el plazo probatorio podrá exceder hasta cinco días.

Finalmente, el artículo 61 (resolución) establece que, vencido el plazo probatorio, el tribunal lo declarará concluido y, en el término de cinco días, dictará la respectiva resolución.

En resumen, de acuerdo a lo enunciado, el asunto Saucedo-Farías debió concluir como máximo 23 días después de producido el hecho, o sea el 12 de noviembre.

La conclusión clara y concreta es que el tribunal vulneró el Código de Procedimiento Disciplinario Deportivo, incurriendo en demora injustificada en la emisión de resoluciones y sentencias deportivas que, de acuerdo al artículo 23 (responsabilidad), es motivo de destitución inmediata y proceso sumario.

Hace años atrás, en representación del club Bolívar, propusimos que la Liga del fútbol profesional contrate un estudio de abogados para ejercer las funciones de Tribunal de Disciplina Deportiva y así solucionar los problemas recurrentes que se presentaban cuando el tribunal estaba integrado por abogados que eran postulados por los clubes y que fallaban de acuerdo a determinados intereses.

Esta iniciativa permitió mejorar sustancialmente la administración de la justicia deportiva, pero parece que, por lo menos en este caso, están volviendo las prácticas perniciosas del pasado que creímos desterradas.