"Como ciego en tiroteo”, confundido, así lució la Selección boliviana de fútbol ante la Vinotinto. No cabe duda que fue el peor compromiso que jugó la Verde desde que Ángel Guillermo Hoyos asumió el mando del elenco.
¿Responsables?, uno de ellos el entrenador que puso un medio campo nuevo, con jugadores que nunca habían jugado juntos, y con un Rodrigo Ramallo que deambuló en la cancha y contagió a Diego Wáyar, Wálter Veizaga y Pedro Azogue, que no pudieron controlar las arremetidas de su rival.
La jornada para el olvido comenzó a los dos minutos. Jhon Murillo aprovechó que Marvin Bejarano estaba en otra e ingresó con velocidad por la izquierda, Lampe salió a la apurada y no pudo cortar el centro del venezolano que en principio fue despejado por Raldes, pero Jacobo Kouffati estuvo para meter el cabezazo y anotar el primero de la noche.
La Verde la pasaba mal porque estaba desdibujada en la cancha. Marcelo Martins y Yasmani Duk no tenían quién los alimente y en lugar de marcar diferencia en la ofensiva, pasaron a ser marcadores y confundirse aún más entre sus compañeros.
A los diez minutos vino un tiro de esquina desde la derecha, la defensa se quedó clavada, Bejarano no marcó, y Josef Martínez metió el frentazo para el 2-0. No había respuesta en la Selección, Venezuela fue práctica y contundente a la hora de concretar y aprovechar el desconcierto total que existía en Bolivia.
El equipo de Hoyos no atacó nunca sobre el arco rival, Venezuela bajó su ritmo y recién pasada la media hora el equipo nacional intentó afirmarse en la cancha, pero los dos goles en contra que tenía comenzaba a ser una dura carga para un equipo sin alma.
Si el primer tiempo fue una pesadilla para Bolivia, el complemento no fue menos.
Ingresaron en la Verde Mateo Zoch y Raúl Castro, que tampoco fueron solución. Venezuela esperó en su campo y cuando puso el acelerador a fondo terminó por golear a la débil Selección boliviana.
Como Bolivia seguía desequilibrada en la cancha, la Vinotinto le marcó tres más para completar la masacre.
A los 22 minutos Martínez aprovechó un mal despeje de Lampe, previo cabezazo de Vizcarrondo, para el tercero.
Dos minutos después salió mal Raldes y ante la mala salida de Lampe el atacante Martínez conquistó el cuarto.
Un minutos antes de la media hora a Lampe se le pasó la pelota en un desborde de un venezolano y Otero, la figura de la cancha, rubricó la goleada.
Peor no se puede estar. Bolivia no tiene rumbo en una Eliminatoria que se convirtió en un calvario. Hay muchos culpables para este duro momento del fútbol boliviano, que cae cada vez más y no hay recuperación. ¿ El fútbol boliviano se nos muere?, ¿Quién lo salva?
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