Han transcurrido 69 días del partido jugado en La Paz entre Oriente Petrolero y The Strongest, en el que se suscitó un acto bochornoso, con agresión incluida, entre el técnico del equipo paceño y un dirigente de Oriente Petrolero y, sin embargo, hasta la fecha no hay un pronunciamiento del Tribunal de Disciplina Deportiva de la Liga.
Parecería que los males que afectan a nuestra justicia ordinaria han hecho carne también en la justicia deportiva. En efecto, un caso en el que hay pruebas más que suficientes y que han sido mostradas por los medios a través de videos y fotografías, además de los informes de los árbitros y el veedor tendría que haberse resuelto en un tiempo perentorio para evitar susceptibilidades. Se informó hace tiempo atrás que el proceso no marchaba por viajes de los afectados o de miembros del tribunal lo cual, a nuestro juicio, es inaceptable y suena a excusa.
Seguramente el tribunal está esperando que concluya el torneo para sancionar a los culpables y cuando dicha sanción ya no afecte a los clubes ni a los involucrados. Es una manera de lavarse las manos y no cumplir la función para la que fueron contratados, estipendio de por medio.
martes, 29 de noviembre de 2016
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