lunes, 10 de octubre de 2016

Xabier Azkargorta: “Vine a Bolivia por un corazón y no por un balón”

El profesor Xabier Azkargorta asegura que se emociona y siente un gran orgullo al rememorar la clasificación al Mundial, en 1993, cuando estaba al mando de la Selección Nacional.

Añade que en esa oportunidad se formó un grupo humano “muy bueno”, pese a que al principio fue duro.

El “Bigotón”, como también es conocido Azkargorta, puntualiza que llegó a Bolivia por un “corazón y no por un balón”.

Cuando le propusieron hacerse cargo nuevamente del combinado Verde, en 2012, él vivía ya seis meses en Santa Cruz, con su mujer cruceña.

P. Profesor Xabier Azkargorta ¿cuál es el primer recuerdo que le viene a la memoria cuando habla sobre la Selección que clasificó al Mundial de 1994?

R. Mucha emoción y, sobre todo, un gran orgullo de haber logrado la clasificación al Mundial.

P. ¿Considera que la clasificación al Mundial de Estados Unidos ha permitido que el fútbol boliviano avance y los jugadores adquieran una nueva mística?

R. Aquello supuso en su día un gran avance, pero no se supo aprovechar y se despilfarró todo. Fue una pena.

P. ¿Cuál fue la clave para ir al Mundial? ¿Se podrá repetir esa fórmula pronto?

R. Actualmente todo es distinto. Entonces era un grupo de cinco equipos y en un torneo corto de tres meses se jugaba la clasificación. La victoria eran dos puntos y en la actualidad son tres y se juega todos contra todos y en un plazo de casi dos años. Todo esto favorece a los equipos poderosos. No se puede repetir la fórmula.

LOS JUGADORES

P. ¿Cómo recuerda a ese grupo humano (jugadores y plantel técnico) que trabajó con usted y logró la clasificación el Mundial de EEUU?

R. Logramos un grupo humano muy bueno, pero al principio fue muy duro. Todos aportaron al grupo y no hubo ni collas ni cambas ni cosas de ese tipo. Todos aportamos cosas.

P. ¿Qué anécdotas más importantes tiene de la Selección de 1994 y de las eliminatorias?

R. Hay muchas. Al principio nos trataban mejor en EEUU y España que en nuestro país tanto en aduanas, controles y canchas para entrenar. A mí me recibieron como a un nuevo conquistador que venía a robar la plata. ¿Qué plata? Fue al contrario, generamos harta plata que luego otros gastaron sin control.

P. De todos los jugadores que conformaban ese grupo humano que dirigía, ¿quién era el más puntual para las prácticas y para las convocatorias?

R. Marco Sandy, Milton Melgar y Carlos Trucco eran pilares en ese sentido, pero el comportamiento fue muy bueno porque pusimos las cosas muy claras desde el principio.

P. ¿Cuál de los jugadores era el más disciplinado, el más ocurrente, el líder del equipo?

R. Marco Etcheverry tenía mucho carisma, Carlos Trucco mucho humor, Erwin Sánchez era serio y profesional, Carlos Borja muy bromista y Gustavo Quinteros muy serio.

P. ¿Qué jugador era el más renegón o el que le daba más problemas?

R. Julio César Baldivieso era complicado, pero le quería mucho. Etcheverry necesitaba mucho cariño y Luis Héctor Cristaldo quería mimos y que se le reconociera.

P. ¿Qué recuerda de los otros jugadores. Cómo eran ellos dentro y fuera de la cancha?

R. Todos trabajaron muy duro para lograr la clasificación. Muy duro y con mucho sacrificio.

A todos debemos estar muy agradecidos.

P. ¿Mantiene contacto con los jugadores, con cuál de ellos se encuentra más?

R. Tengo relación con todos, pero por una cosa y otra con Peña, Gustavo Quinteros, Jaime Moreno, Erwin Sánchez, Etcheverry, Marco Sandy, Vladimir Soria y, sobre todo, con Trucco he mantenido más relación y también con Julio con el que estuve en Japón.

P. Usted retornó a Bolivia para dirigir la Selección Nacional por un período y después equipos de Santa Cruz. ¿Qué le motivó a ser parte nuevamente del fútbol nacional?

R. Están ustedes muy equivocados y desinformados. Yo vine a Bolivia por un corazón y no por un balón.

Cuando me propusieron ser seleccionador otra vez llevaba ya seis meses viviendo en Santa Cruz, incluso tomaba café a menudo con Gustavo Quinteros para hablar de la Selección antes de que se fuera a Ecuador.

Mi mujer es cruceña y tengo mi casa aquí, no volví por el fútbol. Esa es una enorme equivocación fruto de una desinformación que hoy en día es incomprensible.

P. ¿Cuáles son sus proyectos para el futuro inmediato y a mediano plazo?

R. Trabajo en Bolivia, si no es en el fútbol en el área de consultoría de charlas, conferencias de motivación y trabajo en equipo y estoy pensando seriamente en trabajar en la formación de niños y jóvenes. También estoy terminando los detalles para la publicación de un libro.

P. Además de su trabajo como director técnico, ¿qué otras actividades tiene en Santa Cruz, qué le gusta hacer como hobby, a qué escritor lee?

R. Soy un gran lector. Estoy releyendo mucho y me gusta el género de la novela y la historia novelada. He leído todo lo que ha publicado Gabriel García Márquez y sigo leyendo a Mario Vargas Llosa a pesar de que sus libros últimos son más irregulares.

P. ¿Cómo es el día a día de Xabier Azkargorta?

R. Me levanto a las 6. Desayuno abundante y salgo a las 7 a entrenar. Vuelvo a almorzar y por la tarde me ocupo en preparar entrenamientos, escribir, leer y ver mucho fútbol en la televisión por cable.

P. ¿A qué equipo apoya a nivel internacional?

R. Siempre a Bolivia y a España. A nivel privado nunca tuve preferencia.

“No le podría decir no a la Selección”

P. ¿Se animaría a dirigir nuevamente la Selección Nacional? ¿Qué debería pasar para que asuma el liderazgo de la Verde?

R. Si me lo pidieran no me podría negar como servicio, pero creo que mi trabajo en ese sentido tuvo mejores momentos. Pero vuelvo a decir que nunca podría decir no a Bolivia.

P. ¿Considera que actualmente hay jugadores talentosos como en las eliminatorias de 1993 para pensar en clasificar al Mundial de Qatar 2022 o al de 2026?

R. Con el actual sistema de clasificación es más difícil, pero no es cuestión de jugadores sino de estructuras. No hay instalaciones adecuadas ni competiciones en las inferiores y muy poco trabajo en estas categorías de los equipos importantes. Faltan estructuras en el fútbol.

P. ¿Qué le hace falta al fútbol boliviano?

R. Una fuerte inversión en las inferiores, en infraestructura, y usar estas instalaciones en competiciones importantes, en edades de 13 a 19 años. No hay una política de desarrollo deportivo.


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