La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) no asumirá ninguna posición sobre Wálter Torrico, que esta mañana fue aprehendido en La Paz en cumplimiento a un requerimiento del Ministerio Público por los supuestos delitos de falsedad material e ideológica, uso de instrumento falsificado y legitimación de ganancias ilícitas.
Rolando López, en su condición de presidente de la federación, manifestó que la máxima instancia del fútbol boliviano no se pronunciará al respecto porque es un asunto que no le atinge, ya que Torrico no es secretario general de la FBF por ser abogado sino por decisión de la Asociación Nacional de Fútbol (ANF) en base a su estatuto.
Aclaró que para ser miembro de un comité ejecutivo en la dirigencia deportiva no es un requisito ser profesional. Además de que en la Federación Boliviana de Fútbol existe un funcionario que desempeña el cargo de asesor legal.
López, respetuoso de las leyes, indicó que tanto él como todo su comité ejecutivo iban a aguardar lo que la justicia disponga dentro del debido proceso.
Al ser consultado sobre qué sucedería si Torrico es detenido por orden de juez cautelar, el directivo indicó que se actuará en el marco del estatuto de la FBF y de lo que disponga la ANF.
Cliver Rocha, tesorero de la Federación Boliviana de Fútbol, dijo que ha solicitado una reunión al presidente de la FBF para tratar este tema y otros que están pendientes.
Por otro lado, Raúl Ferreira, abogado de Wálter Torrico, expresó su sorpresa por la detención de su defendido, cuando éste se había presentado las veces que fue llamado a declarar por el Ministerio Público.
Dijo que esperará la audiencia cautelar para exponer ante el juez los defectos procedimentales que se cometieron por la detención de Torrico. Sostuvo que los delitos por los que se acusa a su defendido no tienen pie ni cabeza y que estos mismos ya fueron investigados por fiscales de Sucre.
Acabó su exposición ante los medios indicando que si la Universidad Mayor de San Andrés perdió la documentación referida al dirigente deportivo, se debería castigar al encargado de los archivos y no así al estudiante.
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