Descubrió a más de la mitad de la generación dorada de la Roja.
Es un ojeador de fútbol. Sus 75 años avalan su experiencia. El técnico
Alfonso Garcés, jefe del área de captación de la Universidad Católica de
Chile, llegó a Bolivia para mostrar el camino.
El chileno es uno de los más importantes ojeadores (personas encargadas de rastrear a jóvenes promesas) de la región.
Su experiencia lo llevó a descubrir a gran parte de los jugadores
del campeón de la última Copa América Centenario. Llegó al país,
invitado por la Escuela de Fútbol Cracks, para dictar cursos y dar sus
recetas para formar jugadores. Es un convencido de que Bolivia debe
explotar la técnica y la altura de La Paz.
¿Cuánto tiempo trabaja con la Universidad Católica, y cuál es su función?
Exactamente yo llevo más de 20 años a cargo del área formativa. Soy
el jefe del área de captación, pero del área formativa de la
Universidad Católica. Yo no incido en el primer equipo, sino que
entrego para el club los jugadores formados en la cantera y el técnico
de turno verá la calidad de ellos para integrarlos al primer equipo de
la Católica.
¿Cómo descubre talentos?
Yo llevo la materia prima, por decirlo de alguna manera, en
distintas edades. Veo 25 torneos escolares, más torneos regionales y
comunales. Además, tenemos la gracia de estar en un sector de clase
acomodada, donde están los colegios particulares y tenemos un torneo que
se llama UC. También tenemos esa veta para captar y ver jugadores.
La última selección campeona de América tuvo a varios jugadores que usted descubrió...
Sí, estuvieron (Christopher) Toselli, que es el segundo arquero;
(Mauricio) Isla, que descubrí a muy tierna edad en un campeonato
escolar, igual que a (Gary) Medel, que para mí es el mejor jugador
chileno. Después tenemos a (José) Fuenzalida, que llegó por otro
conducto, por esos colegios particulares porque su familia es acomodada
en el plano chileno. Felipe Gutiérrez, que fue transferido al Betis, no
jugó pero hizo falta porque es un jugador de medio campo con una técnica
muy exquisita. Tenemos a (Jean) Beausejour, Mark González, Nicolas
Castillo, (Enzo) Roco y Erick Pulgar, espero no olvidarme de nadie,
prácticamente más del 50% de los jugadores de esta Copa Centenario.
¿Dónde comenzó a estructurarse el éxito de la Roja, con la llegada de Marcelo Bielsa?
Bielsa es un gran entrenador, pero además de eso encontró en Chile
jugadores que se acomodaron a lo que él quería, con hambre de triunfo.
Creo que conjuncionó algo importante que es la táctica con el buen
ambiente. Pero por sobre todo están los jugadores que son la clave para
este éxito que luego cosechó Sampaoli y ahora Pizzi.
¿Por qué llegó a Bolivia?
Hay una parte filial emocional porque Javier Garcés, que tiene un
proyecto acá, es hijo mío; fue jugador de la Católica, en divisiones
menores, y afortunadamente nos topamos con gente boliviana en Iquique
que le pareció que la filosofía de nuestro club podía acotarse a una
escuela de fútbol. La escuela Cracks viene a ser como una filial en
cuanto al conocimiento que se adquiere de la Universidad Católica,
porque está Luis González, que es el preparador físico con amplio
conocimiento en formación y a la vez con conocimientos de lo que estamos
implantando en el fútbol chileno, que es la parte genética. Que es
saber el desarrollo genético de acuerdo a su estatura, edad y llegar a
ser maduro fisiológicamente. La otra parte se puede hacer con el mismo
fútbol.
¿Usted cree que se puede realizar una formación como la de la Católica acá en Bolivia?
Yo veo con mucha opción de que este proyecto se pueda realizar
porque todos los latinoamericanos tenemos otra concepción del fútbol en
el sentido de ser más técnicos, a lo mejor no ocupar tanto lo físico.
Eso se implantó por la idea europea. Pero yo veo otro potencial en
Bolivia. Por ejemplo, la misma constitución geográfica y la situación
de altura. Para mí en casa no debería perder ningún partido, ya verán
los medios de cómo manejar los partidos en otra latitud, pero el jugar
acá (La Paz) yo particularmente veo que si está bien trabajado, el
fútbol boliviano tiene que destacar sobre todo como local.
Ahora en lo técnico si hubiera un jugador de tanta calidad como
(Marco) Etcheverry, entonces ¿por qué no lograrlo? Yo creo que es
trabajo, no digo que no lo hagan, pero a ese trabajo hay que agregarle
situaciones modernas. Vi los materiales que tienen en la escuela
(Escuela de Fútbol Cracks), hay elementos que a lo mejor no eran
utilizados en los niños, como las fotocélulas, los paracaídas que son
cosas simples que uno las ve de afuera y piensa que no tienen
trascendencia, pero un trabajo bien ejecutado puede generar chicos al
fútbol boliviano.
¿Cuánto influye el biotipo para formar buenos futbolistas?
Como en todos los países latinoamericanos, de repente en las clases
sociales ves al chico con mayor contextura a raíz de que ese chico tomó
leche, es nacido en un ambiente sin peligro porque está en colegio
particular.
Lamentablemente en Latinoamérica debemos hacer esa diferencia, y
podemos rescatar jugadores de ese ambiente hacia el fútbol porque se
gana en años de alimentación, porque está más cerca de una situación
normal. Al chico de una situación más popular le cuesta, porque la
alimentación es distinta, el roce, el estudio y eso influye en la
condición física, porque la contextura de la caja torácica al ser bien
trabajada, expandirla, es más fácil en los niños de un sector
privilegiado que en el de otro sector. Pero ese otro tendrá otras
cualidades porque se tiene que defender y el pescado chico se tiene que
defender porque si no, se lo come el más grande y en el fútbol y en la
vida tiene que hacer habilidades propias para poder subsistir y ahí
está la chispeza, como dice Gary Medel, del niño que vive en un entorno
más bajo, y de ahí también salen los buenos jugadores, pero nos
acercaríamos más teniendo arreglada la parte alimenticia, social y
física.
Otro de los puntos importantes de la formación de jugadores es la exportación. ¿Cómo logra esto la Universidad Católica?
Por más de 20 años busqué jugadores por todo Chile, desde Punta
Arenas hasta Arica. Todos los años fui hasta cinco veces a cada una de
las localidades. La formación llega a una tierna edad.
Por ejemplo, para ver mi trabajo tuve que esperar 10 años a esta
generación de campeones de América porque el chico llega a los nueve
años. Tú no sabes qué pasará con él en lo físico, futbolístico y en la
adolescencia. Ahí hay otras cosas que ellos descubren, eso no lo
controla uno, pero debe orientarlo, hablar con confianza sobre las
fiestas, el alcohol y el amor. Eso pasa en todos los lugares del mundo.
¿Cuánto influye la presión familiar en la formación?
Los papás también tienen una efervescencia que creen que con un
futbolista arreglan toda la familia, pero resulta que los pasos son
largos, hay una psicosis por tener el mejor jugador en la casa, todos
presionan diciendo que el niño es muy bueno, pero para que llegue a ser
profesional se debe tener una formación no sólo futbolística, sino
también psicológica, que es donde los niños deben ser bien guiados.
Una escuela bajo la metodología de la UC
Cracks es una nueva escuela de fútbol que tiene como
particularidad la formación bajo la filosofía y metodología de la
Universidad Católica de Chile. La escuela trajo al país elementos
tecnológicos y de formación poco habituales en el trabajo de los niños
en Bolivia.
Esta escuela se formó gracias a la inversión de tres
empresarios bolivianos: Martín Medrano, Luis Kushner y Álvaro Coloma que
vieron en Chile la formación de jugadores de una de las canteras más
importantes y decidieron formar un proyecto en la sede de Gobierno, no
sólo con la forma de trabajo.
Invitaron a dos entrenadores del equipo cruzado chileno para ser
parte del proyecto, al técnico de divisiones inferiores Javier Garcés y
el preparador físico especializado en formación de niños Luis González,
quienes decidieron apostar por el proyecto y trasladarse a La Paz de
forma definitiva.
Además de estos dos profesionales dentro de la escuela participan
directores técnicos bolivianos y también un equipo conformado por un
médico deportólogo, área de kinesiología, nutrición y un psicólogo
deportivo que trabaja todos los días con los niños y niñas de cuatro a
16 años, categorías de enseñanza que tiene este proyecto.
Uno de los impulsores del proyecto, Medrano, dijo que es una idea
importante luego de ver "la forma de entrenar que tienen las escuelas
de Chile”. Además, el empresario boliviano que reside en Chile contó que
tiene un hijo en la cantera de la Universidad Católica. "Él ya jugó
tres mundiales menores, se enfrentó a los mejores equipos y creo que eso
es lo que falta en Bolivia, por eso me contacté con los profesores y
decidimos formar este proyecto”.
El uso de la tecnología es importante para la formación de los
niños, según Garcés. La escuela cuenta con fotocélulas que "miden la
velocidad de los alumnos y generan un registro para conocer la mejora
luego de cierto tiempo de prácticas” explicó a los padres de familia
González, quien hizo una demostración y también de las plataformas de
salto que se utilizan para determinar la altura del brinco de cada niño.
"Estamos agradecidos por el apoyo de los empresarios y también de
la gente que acudió al llamado. No es fácil empezar un proyecto pero
existió una respuesta importante. Lo más destacable de esta escuela es
que intentaremos formar jugadores profesionales, pero de lo que estamos
seguros es que formaremos personas de bien y sobre todo haremos que los
niños y jóvenes pasen buenos momentos y se diviertan mientras aprenden
las técnicas del fútbol”, afirmó Garcés.
La escuela, ubicada en el complejo 31 de Octubre de la zona de
Aranjuez, abrió también inscripciones para damas, debido a la demanda en
los primeros días.
Gary Medel, uno de los referentes del equipo chileno.
Jean Beausejour, otro de los jugadores de la "U” Católica.
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