“No venía de un hincha que le gritaba desde las tribunas, el que le rogaba era Diego Bejarano, el volante boliviano encargado de seguirlo por toda la cancha”.
"Cuando el profe (por Julio César Baldivieso, el entrenador) me dijo que me tocaría marcarlo me pregunté: '¿por qué a mí?'. Nosotros estamos acostumbrados a verlo sólo por televisión, esta era una gran oportunidad. Yo no suelo pedirles camisetas a los rivales, no sé por qué lo hice, me salió", contaba después Bejarano con una sonrisa ancha en la zona mixta del estadio, apenas una hora después del partido. Cuando volvió al vestuario, sus compañeros lo cargaron: "Me decían por qué lo había hecho, jeje. Les gané de mano a todos".
La alegría de un jugador boliviano por conseguir una camiseta y jugar a lado de Messi causó muchas críticas en las redes sociales de hinchas nacionales que reclaman más actitud y amor por la suya, cuando deberían estar más preocupados por la desastrosa participación en un torneo tan importante como la Copa América.
El jugador de The Strongest, contó a La Nación que "Enfrentarlo una o diez veces siempre es especial. Me fue bien, hasta se molestó porque le estaba muy encima. Él estaba un poco enojado, se había peleado con un compañero y yo le decía que se calmara. Estaba fastidioso, se lo veía, yo lo tocaba para marcarlo y enseguida me bajaba el brazo. Al final, no pudo hacer mucho", completó Bejarano y siguió caminando hacia el bus.
Jhasmani Campos, el 10 de Bolivia, muy a contramano de Bejarano, recibió muchas felicitaciones en las redes sociales por parte de bolivianos por la actitud y temperamento al momento de enfrentarse a Messi en un choque fortuito que se dio en el partido. Al término del encuentro dijo que "no pasó nada, fue una jugada rápida, en donde le cometió un falta. Indicó que Messi se paró muy rápido a querer cuestionarlo, pero se molestó porque entró y quería “sobrar un poco”, y explicó que le parece que un jugador de su talla no puede hacer eso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario