El técnico de Bolivia, Julio César Baldivieso, tiene el apoyo moral y personal de su hijo, Mauricio, volante de Wilsterman, que llegó a Orlando para acompañar a su progenitor a pocos días del debut (el 6 de junio) de la Verde ante Panamá por el grupo D, de la Copa América Centenario.
El mediocampista creativo del último campeón del fútbol nacional, aprovechó las vacaciones para viajar hasta la sede de la Copa en compañía de un amigo. Este miércoles Mauricio llegó junto a su padre y al plantel de jugadores que se entrenaron en el complejo deportivo ESPN.
Mientras, el equipo trabajaba de manera normal, el hijo del seleccionador observó la práctica sentado en un banquillo a un costado de la cancha, donde tuvo que soportar un intenso calor.
Mauricio Baldivieso no tuvo un torneo regular, pues no pudo ser titular en Wilstermann, lo que le quitó la chance de destacarse y poder pelear por un cupo entre los convocados. Julio César llamó a varios jugadores jóvenes, en busca de renovación, según sus propias palabras. Edward Zenteno, Fernando Saucedo y Cristian Machado son los tres compañeros de Baldivieso que están en esta selección boliviana.
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