lunes, 2 de mayo de 2016
El Clasico Devaluado ¡como nunca!
El superclásico 200 en el fondo. En los albores del profesionalismo, 1950 —esa es la comparación— cedió ese sitial ante la aparición espectacular de Ingavi-La Salle y Always Ready-San Calixto con equipos conformados con valores de la talla de Zamora, Eduardo Gonzales, Guzmán, Riveros, Paco Palazuelos en Ingavi y Chembo Gutiérrez, Bagú, Altamirano, Juan Carlos Heredia, nada menos que puntero derecho de la selección argentina, el gran goleador Pinola en Always. Fue un paréntesis de apenas dos años.
El superclásico nacional retomó el sitial que se ha prolongado hasta el presente a pesar, también, de la insurgencia de clubes como Wilstermann y Aurora, en Cochabamba, Oriente Petrolero y Blooming en Santa Cruz, San José en Oruro, Universitario en Sucre y Real Potosí.
La Liga, fundada el 23 de agosto de 1977, con Mauro Cuéllar como presidente de la Federación Boliviana de Fútbol e ideólogo de este nuevo movimiento, solidificó al superclásico con valores irrepetibles.
Cómo no recordar a jugadores como Luis Galarza, Ricardo Fontana, Eligio Martínez, Eduardo Angulo, Óscar Carmelo Sánchez —más atigrado que celeste—, Ramiro Castillo —el inolvidable Chocolatín—, Jorge Lattini, Sergio Óscar Luna, Sandro Coelho, Juan Carlos Paz García, Ovidio Messa, entre otros, gualdinegros de los quilates de Víctor Arraya, Rolando Vargas, Alberto Achá, Raúl Botafogo Fernández, Alfonso Trujillo, Serapio Vega, el Negro Gamarra de la época amateur.
Aquellos eximios Víctor Agustín Ugarte, Chingolo Orozco, Mario Rojas, el gran Chichi Romero, Carlos Aragonés, Jesús Reynaldo, Carlos Ángel López, Fernando Borja, Vladimir Soria, Fernando Salinas, Joaquín Botero, Julio César Baldivieso, el Diablo Etcheverry, Platiní Sánchez, Luis Gregorio Gallo, que sellaron el fútbol académico para siempre.
Así, con la carga emocional de choques espectaculares, llegamos al superclásico 200 más devaluado que nunca, tras la eliminación decepcionante de ambos en la Libertadores jugando al trotecito propuesto por Racing y Sao Paulo. Con jugadores foráneos sin estirpe, postergando a valores bolivianos. Con errores como la defenestración de técnicos, la contratación por semanas, de alguien que hizo posible durante una gestión de varios años para que Venezuela diera el salto que dio.
Crisis liguera. Crisis dirigencial. Crisis integral de un fútbol sin calidad. No es para alentar esperanzas, cuando todos piden reestructuración pero NADIE propone. Así llegamos al superclásico 200, así transcurrió este especial partido, totalmente devaluado.
Mario Cucho Vargas, destacado periodista vinculado durante muchos años al deporte boliviano. Es director de Enfoques y Premio Nacional de Periodismo 2014.
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