En las puertas de la Copa América Centenario, la selección boliviana de fútbol fue ampliamente superada en juego y goles por Estados Unidos (4-0), ayer en un amistoso jugado en Kansas City.
El partido puede haber resultado útil, si se lo sabe tomar de esa manera, para detectar los gruesos problemas de Bolivia en la defensa, un sector muy vulnerable cuando su rival se lo propuso, la ausencia de juego colectivo y el escaso accionar ofensivo, aunque todo eso ha dejado demasiado trabajo por hacer cuando quedan apenas ocho días para su debut en el torneo frente a Panamá.
Cuando Estados Unidos le puso velocidad y precisión en los pases, todo con simpleza, le creó demasiados problemas a Bolivia; de paso, el cuadro local midiendo su ritmo, sin jugar con todo, porque si se lo proponía la ventaja hubiera sido mayor.
En la primera parte Bolivia duró 20 minutos antes de que fuera superada. Después de eso fue presa fácil.
Al comienzo, el equipo de Julio Baldivieso tuvo un buen control, incluso se animó a ir al frente y hasta fue el que llevó la primera carga peligrosa, un centro al segundo palo que Yasmani Duk alcanzó a cabecear, aunque la terna anuló la jugada por posición adelantada.
Pero luego Estados Unidos se apropió de la pelota, del terreno, del juego como tal y empezó a complicar con sus ataques. Ahí aparecieron las desconcentraciones de Bolivia, que no logró cerrar espacios y quedó claramente en desventaja.
Así llegó el primer gol a los 25 minutos, fue un pelotazo a las espaldas de la zaga nacional y Zardés apareció antes que Guillermo Viscarra y tocó la pelota para el 1-0.
El segundo, a los 37, surgió de una jugada parada en la que Bolivia marcó mal; con tres toques, Estados Unidos vació la defensa y Brooks se encargó de anotar sin marca.
En la segunda parte fue más de lo mismo, esos toques que enloquecieron a los zagueros dejando a todos, incluido al arquero, indefensos, como que a los 6 minutos Zardés convirtió fácil el tercero.
Baldivieso había hecho varios cambios en el complemento tratando de recomponer el juego, pero en vano, porque Bolivia no tuvo la pelota y jugar sin ella era imposible.
Cuando volvió a apretar, a ser profundo, Estados Unidos hizo un tanto más, el cuarto, obra de Pulisic con la tónica de los anteriores, es decir en soledad porque las marcas bolivianas habían cedido.
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