El expresidente de la Liga Mauricio Méndez tiene una restricción y una obligación que cumplir como parte de la sanción que se le impuso, tras el juicio abreviado al que se sometió la pasada semana en Sucre, por el caso de corrupción en la Federación Boliviana de Fútbol.
Méndez no puede aproximarse a las oficinas de la FBF y de la Liga y debe presentarse cada dos meses a la Fiscalía de Cochabamba para poner su huella dactilar.
El exdirigente fue sentenciado a tres años de privación de libertad por legitimación de ganancias ilícitas, en el grado de complicidad omisiva, y asociación criminal, en grado de autoría.
“Se habla de una asociación criminal, por el caso del hincha de San José Kevin Beltrán que falleció. Se programó un supuesto partido en beneficio de él, con la selección brasileña, que en toda circunstancia y como consta en el audio nosotros hemos solicitado que se le de parte de ese dinero a los jugadores de la selección boliviana de 1963. Y hemos acordado un pago de 120 mil bolivianos, que no se habría cumplido, para la familia del hincha fallecido”, dijo Méndez a la red televisiva ATB.
El exdirigente manifestó que desde su administración como vicepresidente de la FBF, no ha fiscalizado la gestión de los anteriores dirigentes federativos, hecho que motivó la figura de “por omisión”. “Quiero dejar claramente establecido que en ninguna de las circunstancias hay absolutamente nada, a pesar de la investigación de la que hemos sido objeto. Yo jamás he girado un cheque, he cobrado un cheque, ni he autorizado un cheque”, dijo Méndez.
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