Es un dirigente con experiencia. En sus buenos tiempos le tocó hablar de fútbol con peso pesados como Mario Mercado, Rafael Mendoza, Roberto Paz o Lorgio Blanco, “gente de la época de oro”, dice.
Si es elegido, trabajará por unir de una vez al fútbol nacional.
— ¿Por qué se animó a volver a la actividad dirigencial?
— Porque he visto con pena lo que ha pasado. Oriente fue crítico de épocas anteriores por el manejo que se hacía, pedía otra forma de administrar. Desde agosto a la fecha sigue lo mismo, se cambió de presidente, pero siguen las discusiones y denuncias con las que no llegamos a nada, no hay horizonte. No soy hombre de polémicas ni agresiones. Desde que estoy en el fútbol siempre tuve divergencias con directivos, pero las debatimos sobre la mesa con mucha altura, en reuniones, no utilizando los medios.
Mi primera intención es unificar al fútbol boliviano, clubes y asociaciones deben estar juntos, eso es fundamental.
Hace tres meses que mi club me venía hablando, motivando para animarme a ser candidato. No fue fácil tomar esta decisión, me retiré en 2013 y la idea era dedicarme a mi empresa, a mi familia y a mí mismo, por eso le entregué la posta a mi amigo Ernesto Álvarez.
— ¿Concertar es una palabra difícil de aplicar en el fútbol?
— Es que el fútbol boliviano es complicado. Recuerdo las épocas buenas de la década del 80. Soy de ese tiempo en el que había grandes dirigentes. Con Mario Mercado, Rafael Mendoza, Roberto Paz, Osvaldo Gutiérrez y Lorgio Blanco, entre otros, lo primero que hacíamos era conversar. Nos sentábamos juntos y producto de esa concertación Guido Loayza fue presidente de la FBF (1992-1994) e hizo una buena gestión. Me ofrezco para buscar un proyecto para el fútbol nacional.
— ¿Con quiénes pudo hablar hasta el momento?
— Lo primero que hice es hablar con Blooming y el sábado en la noche estuve con César Salinas (The Strongest), y les expliqué mis objetivos.Primero tengo que buscar el apoyo regional, es fundamental para uno lograr el respaldo de los clubes de su pueblo. Luego iré buscando por el interior.
— ¿Es posible concertar un bloque entre Oriente y The Strongest y otros clubes más antes de llegar al viernes?
— Llegar a acuerdos siempre es positivo. Todo se puede hacer con base en el diálogo. Cuando hay problemas en la familia, uno recurre a los mayores, padres y abuelos; en el fútbol los estatutos no lo prohíben.
— ¿Cree que es posible llegar a un acuerdo de caballeros?
— Se necesita lealtad, respeto a acuerdos verbales. El momento en que los dirigentes se sienten alrededor de una mesa y hablen de fútbol, la administración será mucho más sencilla.
— ¿Puede usted votar por Salinas y viceversa?
— El voto de cualquier dirigente será para que vengan días mejores. Si no se da lo mío, no me enojaré con nadie, ni me iré arrepentido, igualito seguiré apoyando a mi club.
— ¿No piensa en la posibilidad de dirigir a la Liga?
— No pensé esa situación. Me preocupé en otras cosas.
— La Asociación Nacional de Fútbol llegaba a las elecciones con voto consensuado, ¿la nota ahora dispersa?
— Todos estamos dispersos. No ejerzo hace tres años, pero lo que veo a través de los medios es que cada uno va por su lado y se manejan solo con acusaciones que no llevan a nada.
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