López, del diván a la FBF

Fue presidente de Universitario entre 1998 y 2001, estuvo en el momento en que la U jugó por el ascenso indirecto. Hace cuatro años fue secretario general de Wilstermann y ahora es su vicepresidente. Rolando López es un psicólogo cochabambino que el viernes ha conquistado 14 votos y se quedó con la silla presidencial de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).

Comenzó su vida deportiva cuando jugaba en el club Manuel Ascencio Villarroel, dentro de la Asociación de Fútbol Cochabamba (AFC). Luego pasó al desaparecido Petrolero de Cochabamba.

Las circunstancias de la vida lo condujeron a abandonar el campo de juego para estudiar psicología en Buenos Aires, Argentina. Tuvo que escoger entre el estudio y el fútbol, precisamente en la década de los 70, cuando la creación de la Liga estaba en puerta.

En el ambiente académico es docente en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). López es profesor en dicha institución desde 1983 y fue decano de la facultad de Humanidades en tres oportunidades. Además, fue Director de Bienestar Estudiantil de la misma casa formativa.

En lo que se refiere a su vida como dirigente deportivo, tiene una trayectoria relativamente corta.

Fue presidente de Universitario, de la San Simón, y se encargó de trabajar con los clubes de fútbol y de baloncesto, entre otros.

“Creo que llegamos a manejar a Universitario de manera adecuada porque tuvimos entrenadores de renombre, como es el caso de Jhonny Bermúdez y muchos reconocidos interesados en prestar sus servicios, como Ramiro Blacutt”.

Durante su gestión, Universitario de San Simón llegó a disputar el ascenso indirecto por un espacio en la Liga profesional. Sin embargo, el equipo perdió la posibilidad de profesionalizarse, tras caer con Real Baming Potosí, que finalmente accedió al torneo.

Pero su vida dirigencial en “ligas mayores” comenzó en 2012.

López llegó a Wilstermann después de que el club pasara un año en el Nacional B y estuvo durante el regreso de los aviadores a la Liga.

Allí fue primero Secretario General y después Vicepresidente. Fue el club rojo el que lo llevó como su representante frente a organizaciones nacionales como la Liga y la Federación Boliviana de Fútbol, donde alcanzó espacios de directiva.

Posteriormente, trabajó configurando sociedades y convenios con diferentes clubes profesionales, así como también asociaciones y representantes de la misma FBF.

Este trabajo fue crucial para que el pasado viernes alcanzara la presidencia de la FBF.