"Prometo no defraudar su apoyo. La hora del cambio en el fútbol ha llegado", expresó el nuevo presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Rolando López. El dirigente de Wilstermann indicó que tras su nombramiento se acabará la incertidumbre en el manejo del balompié nacional. López fue elegido en el congreso ordinario, que se desarrolló este viernes en el hotel Los Parrales de Tarija. El cochabambino recibió el apoyo de 14 delegados, en la segunda vuelta.
"Hoy se nos presenta la oportunidad de poder transitar por el camino del desarrollo", afirmó muy optimista en conferencia de prensa. López era la segunda opción para el bloque de la ANF, ya que Hugo Miranda no consiguió negociar cuatro votos de los representantes ligueros y se retiró de la candidatura.
"Estoy obligado a hacer un trabajo honesto y con la debida fiscalización de todos ustedes. Tenemos que dejar atrás la incertidumbre", enfatizó el ahora mandamás del fútbol boliviano. Argumentó que el fútbol tiene que ser para distenderse y no así para desencadenar problemas. "Si el fútbol no hace feliz a la gente, no sirve para nada", aseguró ante los periodistas y delegados en el salón La Vendimia.
Por otro lado, afirmó que será una tarea compleja la de reestructurar los estatutos del ente federativo. "La aprobación del nuevo estatuto es un gran reto y los demando para que me acompañen". López terminará su mandato en septiembre de 2018 como la manda el reglamento vigente de la FBF. Marco Ortega asumió, de forma interina, el lugar de Carlos Chávez y el recién elegido concluirá este mandato.
Sobre su elección, López indicó que no pagó por votos y no hizo ninguna negociación que no estuviera dentro del marco ético. "Yo no he hecho ningún acuerdo, ningún amarre, ni nada que se parezca. Mi postulación fue institucional", concluyó.
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