El fiscal Juan Gómez afirmó que en el último periodo Eugenio Figueredo cobró 40.000 dólares mensuales en su calidad de presidente de la Conmebol y que a cada presidente de asociación le correspondía la mitad de este monto, y "admitió que tal retribución, que no constaba en los balances de esa institución, fue instaurada desde hacía décadas por los diferentes ejecutivos y que fue paulatinamente incrementándose”, según la información de la agencia DPA.
Gómez explica que Figueredo, "primero, recibía 5.000 dólares y viáticos, luego 10.000, y posteriormente 15.000, para, en determinado momento, llegar a cobrar 30.000 dólares sin viáticos, correspondiendo, en todos los casos, la mitad de esa cifra a los presidentes de las asociaciones integrantes de la Conmebol”, por lo tanto, Chávez, como presidente de la FBF, recibió primero 2.500 dólares, luego 5.000, después 7.500 y 15.000, hasta llegar a los 20.000.
"Hoy esa retribución alcanza a los 40.000 dólares mensuales al presidente y 20.000 mensuales a cada presidente de las diversas asociaciones”, añadió. Por mes, Figueredo percibía hasta 90.000 dólares en total.
Figueredo admitió, además, que "recibía importantes sumas de dinero” en el marco de una política institucionalizada en la Conmebol para "mantener el status quo de una aviesa forma de corrupción”, según el dictamen del fiscal Juan Gómez.
"De esa forma, entre otras cosas, se evitaba el llamado a oferentes y/o nuevos contratantes para la comercialización de los derechos de televisación de los distintos torneos organizados en el ámbito de la confederación”, añadió.
Figueredo, exvicepresidente de la FIFA, canalizaba el dinero en Uruguay, mayormente a través de inversiones inmobiliarias. Otra vía era mediante giros efectuados directamente por una empresa, que se beneficiaba de los contratos de televisación, a un banco local, agregó el fiscal.
Según Gómez, Figueredo reconoció los manejos indebidos de dinero en la Conmebol y planteó que al asumir como presidente "procuró legalizar la plata dulce que se repartían en ejemplo sin parangón, en una red de corrupción que lamentablemente azotó al fútbol sudamericano, en impunidad que se mantuvo por décadas”.
La abogada del exdirigente uruguayo, quien presidió la Conmebol entre 2013 y 2014, insiste en que su cliente negó haber recibido coimas.
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