La contaduría forense realizada en torno a los movimientos económicos hechos por el extitular de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Carlos Chávez, demorará al menos un mes en definirse. La Fiscalía General del Estado continúa trabajando con énfasis en el caso que compromete al dirigente, acusado por estafa agravada, entre otros cargos.
El fiscal Ramiro Guerrero, quien lleva adelante el caso que involucra a Chávez, resaltó ayer que la causa sigue su curso y que la posibilidad de extraditar al cruceño “sigue abierta”.
Esto, en el contexto de que la Justicia de Estados Unidos aún no hizo efectivo el pedido de extradición del expresidente federativo, acusado por la fiscalía norteamericana por supuestos actos de corrupción en la FIFA, misma situación que comparte Romer Osuna, extesorero de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
“No hemos recibido nada. Cuando haya alguna situación documental, emitiremos un criterio”, dijo el fiscal.
Con relación al proceso de extradición, Guerrero detalló que el mismo “tiene su conducto regular”. “Cualquier solicitud se hace vía Cancillería, que remite al Tribunal Supremo de Justicia y la sala plena analiza el documento”, comentó Guerrero, sobre algunos de los pasos que hacen a la solicitud.
El Fiscal General destacó además que EEUU está llevando a cabo una investigación “mucho más grande y que, en ese contexto, está aprehendiendo a presuntos implicados en hechos de corrupción dentro de la Conmebol y la FIFA”.
“El Ministerio Público boliviano ha sido uno de los pocos en Sudamérica que ha iniciado una investigación y que ha imputado por los delitos cometidos en el país”, indicó Guerrero.
A la espera de que la fiscal norteamericana Loretta Lynch pida la extradición de Chávez y Osuna, el expresidente de la FBF aguarda en la cárcel de Palmasola. Está dispuesto a colaborar con la justicia estadounidense, según dejó evidenciado mediante una notificación pasada.
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