"Es un círculo vicioso terrible", dijo David Paniagua, secretario general de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol), al referirse a la situación actual que atraviesa el balompié nacional, debido a las deudas que los clubes tienen con sus jugadores. El único equipo que no está inmerso en deudas es Sport Boys de Warnes, el resto de los planteles profesionales adeuda entre uno y tres meses de salarios.
La crisis económica en el país ha tocado la puerta de los clubes ligueros, ahora no se salva ni Bolívar, que debe a sus futbolistas pagos de octubre y premios retrasados de ocho meses por el bicampeonato nacional (Clausura 2014-2015).
Pero Wilstermann, San José, Real Potosí, Ciclón, y Nacional Potosí, son los equipos que tienen panoramas más críticos.
Paniagua señaló que si bien se acordó un plan de pagos con los dirigentes de la Liga, para saldar la deuda de millón y medio de dólares del torneo Clausura 2014-2015, ahora los clubes arrastran al menos tres meses de sueldos a sus futbolistas. Monto que se acumulará para el inicio del próximo torneo Clausura 2015-2016, y se convertirá en una “bola de nieve” que aplastará a dirigentes e instituciones.
“Antes de que empiece el próximo campeonato ya tenemos un problema grande”, dijo. Luego, indicó que esta situación se repetirá cada fin de torneo, hasta que la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) no ponga un alto.
“No está en nuestras manos presentar soluciones, nosotros ya sugerimos a Carlos Chávez (expresidente de la FBF) dar solución a los problemas económicos. También lo hicimos a la FIFA, a la Conmebol, pero nada”, apuntó.
Asimismo, adelantó que si los directivos de cada institución no cumplen con sus jugadores hasta fin de año, Fabol no permitirá el inicio del Clausura 20015-2016.
“Para el próximo torneo otra vez tendremos que parar, y después nos hacen quedar mal a nosotros porque no dejamos que empiece el campeonato, como si nosotros fuéramos los culpables o los que debemos a los jugadores”, añadió.
Por otra parte, comentó que el diálogo con los dirigentes ligueros no es una vía a la solución, ya que sólo se sientan a negociar cuando se toman acciones de represión, como paralizar o impedir el inicio de un campeonato.
“No quieren hablar, el único lenguaje es cuando paralizamos el torneo y decimos que no va arrancar y ahí recién se sientan a hablar con nosotros”, agregó.
Realidad de los ligueros
Wilstermann está sumido en un profundo déficit. Adeudan a sus futbolistas y al cuerpo técnico salarios de cuatro, tres y dos meses.
“Es terrible, estamos en contacto con los jugadores que quieren hacer conocer su demanda a la opinión pública”, dijo Paniagua.
Por su parte, Real Potosí y San José, atraviesan uno de sus peores momentos institucionales, además de pasivos de dos y tres meses.
Según el representante de Fabol, el verdadero problema por el que atraviesan los jugadores de estos clubes, es que no hay dirigentes visibles con los cuales conversar para hacer sus pedidos.
El expresidente de los lilas, Juan Carlos Cejas, presentó en octubre su renuncia irrevocable.
Mientras, el expresidente del Santo, Iván Ramos, presentó una renuncia colectiva junto a su cúpula dirigencial, el pasado 26 de septiembre, acusando las grandes deudas de la entidad.
Pero la crisis también alcanzó al recién ascendido Ciclón. La pasada semana, los jugadores estuvieron a punto de iniciar una demanda colectiva en contra del club por falta de pagos.
Paniagua contó que oportunamente los dirigentes consiguieron un acuerdo con sus futbolistas para conciliar un plan de pagos, empero si este acuerdo no se cumple Fabol, la siguiente semana, en la capital chapaca se reunirá con los deportistas.
Sport Boys es el único equipo profesional que tiene cuentas al día con sus trabajadores. Al parecer el Toro atraviesa por uno de sus mejores momentos deportivos e institucionales al mando de su actual presidente, el ministro de Gobierno Carlos Romero.
El caso de Nacional Potosí
David Paniagua, secretario general de Fabol, comentó que si el club Nacional Potosí quiere rescindir contrato con cuatro jugadores "está en todo su derecho", pero antes "debe pagarles por todo su contrato", porque estos futbolistas ya no pueden jugar en otro equipo de Liga en el siguiente torneo.
"Ni siquiera les manda memorándums escritos. Los citan a las seis de la mañana para que se presenten a entrenar de forma separada. El jugador no se va a presentar a esa hora, porque su contrato dice que tiene que presentarse a las prácticas del primer equipo profesional", argumentó.
Los cuatro afectados son: Luis Melgar, Javier León, Wilson Arellano y Sebastián Molina, quienes el pasado miércoles se presentaron a las prácticas del primer plantel con un notario que certifique que se presentan a su fuente laboral.
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