Wilfredo Camacho, el emblemático capitán de la Selección Boliviana que ganó el Campeonato Sudamericano de 1963, con su salud deteriorada, hizo consideraciones interesantes a propósito de lo que supone estar involucrados en una aventura fascinante como es defender la divisa Verde, e hilvana frases puntuales y con mucha carga de emoción.
Por la estatura que tuvo como jugador y capitán de aquel recordado seleccionado que dirigió el brasileño Danilo Alvim, el quillacolleño Camacho tiene autoridad para opinar acerca de lo que tendría que hacer el combinado boliviano cuando el próximo jueves reciba a su par uruguayo en el estadio Siles, esto en el marco de las clasificatorias mundialistas para Rusia 2018. “A Uruguay, debemos hacerle sentir nuestra localía. Lo que aprendí de Danilo es que Bolivia debe ser muy aplicado en la marca jugando en La Paz, al rival se lo debe abrumar con ese argumento, a la postre baja la guardia para recoger frutos de ese trabajo”, dijo en tono seguro quien perennizó el ‘Fútbol Camachista’, que –según Wilfredo- el pundonor y la entrega que “modestia parte caracterizaba a mi juego, sirvió a nivel de esa Selección Campeona del ’63 para darle lustre al sacrificio que debería tener un futbolista cuando defiende la divisa de su país”, enmarcó el declarante.
En la nota radial efectuada por El Panamericano Deportivo, cuyo director es Ramiro Sánchez, tuvo un margen de nostalgia cuando Camacho recordó las concentraciones de la Selección Campeona en el Colegio Militar de Irpavi , lugar que visitó el viernes la Verde de la era Baldivieso, y misma que tuvo contornos de civismo.
lunes, 5 de octubre de 2015
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