Desde 1945, con Raúl Botafogo Fernández, hasta el último, Fernando Marteli en 2015, son 37 los futbolistas foráneos que adquirieron la nacionalidad boliviana para jugar con la casaca verde en torneos internacionales. Sin duda, los argentinos copan la lista con 29 jugadores, le siguen los paraguayos con cinco, dos son brasileños y un chileno.
Si hablamos de diferencias de época, el periodista Óscar Galdo contó que este fenómeno de la naturalización tenía mayor fuerza entre los años 1950 y 1970. Señaló que en esas temporadas los jugadores que daban este paso importante en su vida personal y profesional era porque se encariñaban con la gente y con el país.
“Era gente que venía con mucha humildad y defendían la Verde igual que las figuras nacionales consagradas”, resaltó.
Luego, hizo una pausa y recordó con mucha añoranza que “eran los años en los que habían muy buenos jugadores, muy recordados y hasta con cariño la gente esperaba que se naturalizaran, porque demostraban mucho corazón al defender la divisa de sus equipos y esto hacia que sean convocados”.
A medida que pasaron los años, este fenómeno quedó en el olvido y los nuevos futbolistas que llegaron al país perdieron el interés de naturalizarse. Galdo señaló el caso del argentino Ricardo Troncone (Bolívar), quien se negó a adquirir la nacionalidad boliviana. Y como ese hay varios, como el del atacante uruguayo de Bolívar, William Ferreira y el español Juan Miguel Callejón, que tuvieron oportunidades para naturalizarse, pero no lo hicieron.
Extranjeros que dejaron huella
La historia de jugadores extranjeros en la selección boliviana comenzó con el destacado defensor de The Strongest, el argentino Raúl Botafogo Fernández, en el Sudamericano de Chile 1945. En el debut con la Verde anotó un gol para el empate 3-3 con Colombia.
Luego, , junto a Ferrel y Calderón, formó parte del equipo titular que jugó el Sudamericano de Argentina 1946.
Para la Mundial Brasil 1950, el técnico de Bolivia, Mario Pretto (italiano) llamó a los dos delanteros argentinos del club Litoral, Roberto Caparelli y Arturo Greco.
En el Sudamericano de Perú 1953, Ramón Guillermo Santos (argentino) formó en el once titular que venció (0-1) al anfitrión Perú, en una noche negra para los incaicos (22 de febrero). También disputó la primera Eliminatoria (1957) a la Copa del Mundo Suecia 1958. Asimismo, fue una de las figuras de Bolivia en el Sudamericano de Argentina 1959, al anotar un tanto en aquel épico partido con Brasil que terminó 4-2, en favor de los cariocas, donde jugó Pelé.
En el Sudamericano de 1963, los defensores argentinos: Roberto Caínzo, Eulogio Vargas y Eduardo Espinoza fueron grandes protagonistas para regalarle al país uno de sus lauros más grandes.
Caínzo y Vargas tuvieron la dicha de formar parte del equipo boliviano que afrontó la Eliminatoria (1965) para el Mundial de Inglaterra 1966. Pese a que Bolivia no logró buenos resultados, después del título del 63, los foráneos se convirtieron en la base del equipo que afrontó toda la clasificatoria mundialista.
La Eliminatoria (1969) para el Mundial México 1970, es uno de los torneos más recordados por los bolivianos, porque la selección estuvo cerca de conseguir su pase a la Copa del Mundo.
“Hicimos una actuación notable frente a Perú y Argentina”, resalta Carlos Mesa, en su libro Epopeya del Fútbol. Asimismo, hace referencia a la inclusión de cuatro futbolistas argentinos nacionalizados: Mario Rojas, Juan Américo Díaz, Juan Farías y Raúl Álvarez.
Para la Copa América de 1975 (varias sedes), Rojas y Díaz fueron los únicos sobrevivientes de la Eliminatoria (1969) rumbo a México.
En el repechaje del Mundial Argentina 1978, Bolivia jugó con Hungría. Para ello, el técnico de la Verde, el alemán Edward Virba convocó a varios naturalizados. Entre ellos a los porteros paraguayos, los hermanos Luis y Arturo Galarza, también estuvieron los argentinos, Héctor Awad, Luis Bastida, René Taritolay y el chileno Víctor Eduardo Villalón. En Budapest los húngaros golearon 6-0 y en la vuelta, en la ciudad de La Paz, también vencieron 2-3.
En la Copa América Brasil 1989, al mando del estratega Jorge Habegge, Bolivia cumplió una discreta actuación, empero el DT echó mano de tres nacionalizados. Luis Galarza reemplazó al portero titular Marco Barrero, en el último partido contra Argentina. Además, debutó el gaucho Ricardo Fontana y el defensor paraguayo Eligio Martínez.
Después de 36 años jugando Eliminatorias, Bolivia logró su clasificación al Mundial de Estados Unidos 1994. Los jugadores argentinos, naturalizados bolivianos que contribuyeron a esta gran hazaña fueron: Carlos Trucco, Luis Cristaldo, Gustavo Quinteros y Darío Rojas (paraguayo).
Tres años después, en la Copa América de 1997, con sede en Bolivia, la Verde se resignó con el subcampeonato. El portero Trucco y el medicampista Cristaldo fueron los únicos foráneos que llegaron a este torneo.
Más adelante, el brasileño Alex Da Rosa anotó un gol en la victoria histórica de la selección 6-1 contra Argentina, por Eliminatorias al Mundial de Sudáfrica 2010.
Otro de los nacionalizados que se ganó el cariño de la gente es el paraguayo Pablo Escobar, que jugó en el partido contra Paraguay por las Eliminatorias para la Copa Mundial de Brasil de 2014, donde destacó anotando dos goles, el marcador quedó 3-1. Después, el ‘Pájaro’ renunció a la Verde por problemas familiares. En 2014, tras la designación de Mauricio Soria como técnico, regresó a la Verde.
Damián Lizio y Fernando Marteli son los últimos que se naturalizaron. El argentino jugó Copa América Chile 2015, al mando del DT Mauricio Soria, y el brasileño disputó sus dos primeros partidos de Eliminatorias Rusia 2018. Ambos son tomados en cuenta por el estratega Julio César Baldivieso, en la clasificatoria a la Copa del Mundo 2018.
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