Juan R. Carrasco: ‘Le tenemos terror a la altitud’

Es uno de los entrenadores referentes del fútbol uruguayo, exseleccionador, antagónico a la filosofía de juego del actual técnico, Óscar Tabárez. ‘JR’ Carrasco se opone a que Uruguay sea visto como una selección que solo sabe atrincherarse y que tiene garra. Considera que su país cuenta con jugadores y fútbol para proponer y jugar mejor.

— ¿Cómo cree que serán las nuevas eliminatorias de la Conmebol?

— Siempre sostuve que éstas de la Conmebol, si comparamos con las de Europa, Asia, Concacaf, son las eliminatorias más duras por muchas circunstancias, desde la geografía, el calor, frío, llanura, humedad, altitud, polución y otros. Y en lo futbolístico hay potencias, hay equipos muy fuertes y hay impredecibles que pueden hacer tambalear a las potencias.

— ¿Se anima a decir qué selecciones serán las clasificadas?

— Sentimentalmente siempre quiero que Uruguay vaya a todos los mundiales, pero así como están las cosas lo veo duro. Pienso que los favoritos son Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Ecuador. Creo que con eso no descubro nada. Ojalá me equivoque y Uruguay esté entre los cinco.

— ¿Por qué da a Uruguay chance solo por lo sentimental?

— Ya lo dije aquí varias veces. Sentimentalmente me encantaría que Uruguay vaya a otro Mundial, pero para la calidad de jugadores que tiene no se ve su fútbol colectivo. Como que nos quedamos en el fútbol resultado. Como que Uruguay se quedó en el 2010 con ese cuarto puesto en Sudáfrica, porque de ahí para adelante es tolerante a todo lo que viene: si ganamos 1-0 o perdemos 1-0, va bien, ya está, tenemos crédito. Nos importa mucho solo el resultado y del funcionamiento nos olvidamos.

— Pero se recuperaron bastante con relación a otros años...

— La FIFA inventa en los mundiales eso del gran tercero, un buen cuarto y hasta un quinto que se recuerde y es marketing. En el caso de Uruguay tiene un poderío futbolístico con grandes figuras que puede funcionar mucho, pero mucho más.

— ¿No le conforma Tabárez?

— No me gusta ser hipócrita sino auténtico. No soy de decir que todo está bien. Yo me sacó el sombrero por (Óscar) Tabárez, y para que no se confunda, por favor no se confunda que yo no hablo mal del Maestro, sino le observo como profesional desde el punto de vista estrictamente futbolístico. Ahí soy antagonista.

— ¿Qué del funcionamiento no le gusta de la actual selección?

— Reitero, Tabárez logró cosas importantes, yo soy antagónico en la filosofía de juego. No veo un Uruguay siendo protagonista, veo un Uruguay solo de respuestas. Pienso que podemos dar muchas propuestas, tenemos jugadores de alto nivel para ganar siendo protagonistas. Ahora el fútbol se puede ganar de diversas maneras. En esa parte discrepo.

— ¿Algunos ejemplos?

— No tenemos fluidez en el juego, hacemos jugar a futbolistas con determinada característica cumpliendo otra función, otro rol. Yo he visto a (Edinson) Cavani acá, en Uruguay, jugar de lateral volante, de mitad de cancha para atrás y a (Cristian) Stuani volanteando, cuando ambos son puntas goleadores. Y todos dicen “amén, está bien”. Yo observo eso.

— ¿Cuánto tiene que influir la tradicional garra charrúa?

— El tema es que la garra charrúa se usa estratégicamente, implicaba solo defenderse y no es tan así, y pongo como ejemplo el equipo de 1950, que no lo vimos, pero conocí a Julio Pérez y a otros quienes me contaron que ellos jugaban a ganar y si vemos la formación, jugaban a atacar y no solo fue garra charrúa, pues ya antes a ese mismo Brasil le ganaron en un amistoso con buen fútbol. Nosotros jugábamos bien al fútbol y no ganamos de casualidad, pero luego nos pintaron como algo heroico o un milagro. A eso voy, el fútbol uruguayo puede dar más. No nos colgábamos del travesaño. Podemos dar un fútbol de propuestas y no solo de respuestas.

— ¿Los equipos de Tabárez son más defensivos y se limitan a responder y no proponer?

— Por eso digo que sentimentalmente ojalá que Uruguay se clasifique, pero lo veo complicado, porque otras selecciones buscan cambiar y proponer. Nosotros esperamos qué hace el rival y luego respondemos. Me gustaría que se repita lo que hace Defensor Sporting, que no espera, sino sale y propone, y mirá cómo le fue.

— ¿Cómo ve a su actual selección en cuanto a figuras?

— No tendremos el peso de (Luis) Suárez y (Edinson) Cavani, pero acá siempre hay buenos jugadores, el tema es de qué manera se juega y cómo se los emplea. La verdad es que no sabemos qué nos puede dar Uruguay. No sé qué funcionamiento tendrá.

— ¿Será un juego más reservado y cauteloso en La Paz?

— Creo que continuará con la identidad que estuvo aplicando porque el entrenador no va cambiar en lo táctico, nos guste o no. Jugará igual, pero con otros protagonistas.

— ¿Quiénes son los referentes de la actual selección uruguaya?

— Estarán Godín, Muslera, Arévalo, Stuani. Los hombres con gran recorrido. Y los chicos que vienen de atrás.

— ¿Por qué Uruguay no gana en La Paz por eliminatorias?

— Y, porque la altitud influye. Aquel equipo que tenga un buen funcionamiento puede lograr algo. La verdad, yo digo que no le tememos a la altitud, sino que le tenemos terror. Y por ahí se la respeta mucho. Es duro para nosotros jugar allá, es que lo sufrimos bastante. Quizá nos falte algo de atrevimiento para hacerlo.

— ¿Usted jugó en La Paz?

— Como jugador estuve en las eliminatorias de 1977, perdimos 1-0, yo pegué un tiro en el travesaño, podíamos haber empatado. Como entrenador estuve con River ante The Strongest. La altitud es brava, pero yo digo: “puedes perder allá tratando de ganar y no perder tratando de no perder”.

— ¿Qué supondría perder en La Paz en este arranque?

— Por historia, Uruguay siempre tiene que buscar sumar, pero acá hace años se ve que como los tres puntos en Bolivia casi ni los contamos. Un equipo tiene que ir a pelear con todo.

— ¿Qué sabe de Bolivia al margen de la Copa América?

— Quiero ser igual de sincero: muy poco. Hay que ver hasta qué punto la crisis dirigencial y de organización les afectará, más el cambio de entrenador y el enojo de los jugadores.