Guillermo Aüe fue elegido miembro de la Comisión Nacional de Selecciones por la actual dirigencia de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). Su experiencia directa en el fútbol ha sido como preparador físico, cargo que ejerció en varios clubes del país. Actualmente trabaja en Sport Boys de Warnes. Es el gerente técnico, labor a la que se dedicará de nuevo por completo después de haber presentado su renuncia a la comisión.
No pasó mucho tiempo para que se diera cuenta de que las cosas, aunque hayan llegado otros dirigentes, no van a cambiar porque —desde su punto de vista— éstos no tienen la intención de hacerlo. Aüe presentó su dimisión y ayer convocó a la conferencia de prensa en Santa Cruz para hacer el anuncio. Luego aceptó el siguiente diálogo con Señor Fútbol:
— ¿Cuáles son las razones de su renuncia?
— Primero que nosotros (otras personas, entre dirigentes y exfutbolistas, además de él) fuimos invitados para conformar la Comisión de Selecciones con el objetivo de diseñar un plan de trabajo en divisiones inferiores, lo cual por supuesto que aceptamos. Hicimos el trabajo, sin embargo ya van dos meses y lo que hicimos es viajar, presentar los proyectos, pero nada más, no hallamos respuestas porque no se avanzó un solo milímetro en la propuesta y considero que mal puedo seguir en la dirigencia si es que no se hace algo efectivo. Creo que la gente del Comité Ejecutivo solo se ha burlado.
— ¿Por qué dice que los dirigentes se han burlado?
— Planteamos una estrategia de trabajo que no es ninguna fórmula nueva, sino que es una adaptación de lo que ya hicieron otros países para iniciar un proceso de capacitación y formación para que las cosas mejoren en el fútbol. Nosotros consideramos que mediante este paso, si lo damos, es la única forma de proyectar campeonatos de menores y aspirar a tener en el futuro una buena selección, de otra manera todo es improvisar como ha ocurrido hasta ahora.
— ¿Les aceptaron el proyecto?
— En todo este tiempo solo fueron palabras, pero no hubo cosas reales y (los dirigentes) nos dicen que no hay plata ni presupuesto, nos dan muchas vueltas y eso nos parece que es una burla.
— ¿Qué cosas no se hicieron o no se comenzaron a hacer?
— El proyecto implicaba una inicial capacitación para los entrenadores, al mismo tiempo de empezar procesos de preparación en las selecciones Sub-15 y Sub-17 porque las competiciones están muy cerca, lo propio en Sub-20. Nuestra propuesta era que ya se comience a trabajar, y dar la atención con tiempo y lo más científico posible a los equipos. Pero no se mueven para dar inicio a una situación integral en divisiones menores.
— ¿No cree que definitivamente no hay plata y que el tema económico impide avanzar?
— Lo lógico es que le demos prioridad a lo importante y no solo a lo urgente. Estoy de acuerdo con darle atención a la selección mayor, pero también se les debe entregar atención a las menores. Propusimos invertir medio millón de dólares para atender las menores con dos cuerpos técnicos, gente que maneje lo científico, un coordinador deportivo y todo lo demás. No puede ser que no haya apoyo, sabemos que la FIFA respalda los proyectos. Creo que es simplemente falta de capacidad de algunos dirigentes que entran a la Federación solo para aferrarse al cargo y no quieren desarrollar actividades.
— ¿Usted no está de acuerdo con la nominación de Gustavo Romanello como DT de las menores?
— No es eso. Nos dijeron (los dirigentes) que nosotros íbamos a tener toda la autonomía para decidir y proponer, pero creo que fue una de las mentiras de don Marco Ortega (presidente interino de la FBF), porque él y los demás están más abocados al tema de la Conmebol. Mientras tanto no se encamina el proceso de formación y no se comienza con el trabajo de las otras selecciones.
— ¿Por qué cree que los dirigentes no toman la decisión de dar su apoyo?
— Lo que veo es que hay una total ineptitud e incapacidad para encarar las cosas que nos propusimos. Veo que hay personas que solo están empecinadas en los cargos y no en atender todo lo demás. Se debe pensar en un trabajo científico con los chicos, prepararlos, darles las condiciones de trabajo. Pasa el tiempo y nos ponen un mes de trabajo. Por todo eso decidí dar un paso al costado, porque no puedo ser cómplice y partícipe de una situación de pasividad así por solo tener el cargo.
— ¿No hay dirigentes en la Federación que se interesen por hacer este tipo de cambios, por ejemplo en divisiones menores?
— La verdad es que uno de los que más nos apoyó fue Freddy Cortez (presidente de la Asociación Nacional de Fútbol y segundo presidente de la FBF), pero luego se fue quedando y no entiendo qué pasó finalmente. A (Wálter) Torrico (secretario general de la FBF) lo encaré y le dije que algunas actitudes suyas son nefastas en el fútbol y creo que lo mismo he empezado a pensar de Marco Ortega. Mientras hay gente que lucha por trabajar y llevar las cosas adelante, otra está en lo mismo de antes.
Creo que con esas cosas seguimos en la mediocridad, porque vamos a los torneos sin condiciones básicas de preparación. Esta gestión podría ser recordada por ser una de las mejores por encarar un proyecto como el que se ha planteado, pero veo que los dirigentes no quieren, no hay dinámica ni ansias de trabajo.
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