miércoles, 14 de octubre de 2015
Bolivia cayó luchando y con un buen sistema defensivo. Ecuador sufrió para lograr el gol
Bolivia volvió a perder, otra vez fue por 2 a 0, sin embargo la imagen que dejó ayer en el Atahualpa de Quito fue distinta, de entereza, de un equipo luchador y, sobre todo, con idea táctica, o sea sabía bien lo que estaba haciendo y lo que quería, se defendió bien, muy ordenado y solvente, lo que hizo por demás difícil la victoria de Ecuador por la segunda jornada de las eliminatorias para el Mundial Rusia 2018.
A la larga, de tanto insistir y presionar, cayó el gol. Era cuestión de aguantar nueve o diez minutos más. Les costó sobremanera a los ecuatorianos convertir y con ese 1 a 0 se derrumbó la buena tarea boliviana. Ya en los descuentos llegó el segundo, de penal —mera anécdota—.
Llovió copiosamente en Quito. Probablemente eso tuvo algo de incidencia. Es que la cancha anegada le favoreció a Bolivia en el primer tiempo. La cuestión era rechazar la pelota lo más lejos posible y así lo hizo, no había otra. A la vez fue un equipo atento y ordenado.
En cambio, el mal estado del campo le jugó en contra a Ecuador. Era difícil poner la pelota en el piso y tratar de hilvanar jugadas, se frenaba en los charcos y arruinaba sus intenciones. Así que buscó los pelotazos. Así no tuvo ni una ocasión clara de gol. El “casi-gol” de ese periodo fue de Bolivia, un tiro libre lanzado por Campos a los 32’ que no entró de milagro porque se atravesó el travesaño.
La lluvia cesó y el campo mejoró en la segunda parte. Ecuador tuvo mejor panorama para hacer su fútbol y hay que admitir que de a poco hizo méritos para abrir la cuenta. Si tardó fue porque Bolivia se mantuvo muy bien plantado como equipo de mitad de cancha para atrás y fue clave Daniel Vaca con sus notables atajadas. De no haber sido por él, el panorama pudo ser otro en cuanto al resultado.
Yasmani Duk tuvo el gol a los 11 minutos al quedar solo frente al arco, se apresuró y tiró desviado. Y también Jhasmani Campos lo pudo anotar con otro disparo (24’) de tiro libre que exigió a Domínguez. Hubiera sido toda una sorpresa dentro lo poco que hizo Bolivia ofensivamente.
Ecuador, en cambio, no falló cuando Miller Bolaños construyó la jugada, recibió la devolución y definió bien (36’). Mientras Felipe Caicedo (49’) no se equivocó lanzando el penal en el final. La victoria no tiene nada de injusta. Si bien le duele a Bolivia, no debe ser tanto porque esta vez dio mucho más y ésa es una buena señal de recuperación después del pobre debut que había tenido en La Paz.
La figura - Daniel Vaca
El arquero atigrado fue el abanderado de la muralla que puso Bolivia. Estuvo muy bien atajando, como sus compañeros defendiendo.
El árbitro - Bien
Sandro Ricci (brasileño) no se equivocó en nada. Bien en las amonestaciones y en el penal. Le tocó, por la lluvia, un partido complicado.
Los datos
Casi nada
En el primer tiempo, si bien entró con todo, Ecuador no generó situaciones de gol. Apenas se acercó con centros o disparos desde afuera. Con un tiro de Campos, Bolivia estuvo más cerca de convertir.
Buen sistema
Julio Baldivieso eligió un buen sistema para defender. La línea de cinco en el fondo funcionó la mayoría de las veces, como también la contención en el medio. Destacaron Vaca, los zagueros Eguino, Marteli y Zenteno y el volante Veizaga.
Debutaron en total cinco jugadores
Las dos primeras jornadas de las eliminatorias para el Mundial Rusia 2018 dejaron para Bolivia un saldo de dos derrotas, cuatro goles en contra y ninguno a favor, y en total cinco jugadores que defendieron la camiseta nacional por primera vez.
Ayer, frente a Ecuador, debutaron Jorge Flores, lateral izquierdo de Universitario y Gabriel Ríos, delantero de Ciclón de Tarija. Flores jugó todo el partido y lo hizo bien; en cambio, Ríos ingresó en el segundo tiempo (40’), cuando le quedaba poco al lance.
Ambos se sumaron a los tres jugadores que debutaron luciendo la Verde en el partido frente a Uruguay, el jueves en La Paz; el zaguero de The Strongest Fernando Marteli, el delantero de Sport Boys Yasmani Duk y el delantero de Wilstermann Óscar Díaz —quien ingresó en el segundo tiempo de ese encuentro—. Entre los que no jugaron nada (fueron varios de los 30 convocados) en estos dos partidos estuvo el joven mediocampista del Milan italiano Sebastián Gamarra.
La cancha fue una vergüenza
Llena de charcos
Ecuador hizo el ridículo con la cancha del estadio Atahualpa de Quito llena de charcos. Poco antes del partido cayó una fuerte lluvia, incluso durante el primer tiempo, lo que ocasionó que en varios lugares del terreno —con un pésimo drenaje— fuera imposible hacer circular la pelota. A pesar del mal estado se dio el visto bueno para el inicio del partido en el horario fijado.
A lo Portugal
La camiseta alterna que estrenó Bolivia, de color granate más que el anunciado rojo, y con unos vivos verdes en el cuello y las mangas, se asemeja mucho a la que utiliza la selección de Portugal. El escudo de la FBF evita el parecido total.
Indiferentes
Gustavo Quinteros, entrenador de Ecuador y Julio César Baldivieso, de Bolivia, no se saludaron en ningún momento (según se vio por la transmisión televisiva). Tal vez la torrencial lluvia del comienzo los alejó. Durante el partido, ambos se mostraron indiferentes y ni se miraron.
Duk perdió la mejor ocasión para anotar
La selección boliviana no para de sufrir la falta de una buena definición. Si ayer hubiera aprovechado lo poco y claro que generó ofensivamente, por ahí el resultado hubiera sido otro. Mientras se defendió bien, le faltó jerarquía para ir al frente en las jugadas de contragolpe.
También le faltó suerte si se toma en cuenta un disparo de tiro libre de Jhasmani Campos, a los 32 minutos del primer tiempo, que hizo pegar la pelota en el vértice derecho que une el palo con el travesaño, cuando el golero de Ecuador ya estaba vencido.
Yasmani Duk tuvo la más clara ocasión para convertir cuando el partido todavía estaba cero a cero: Campos le puso un pase precioso que lo dejó solo con pelota dominada y frente al arquero, pero en vez de ingresar al área y enfrentarlo se apresuró y disparó demasiado desviado. Otro delantero, con más oficio, hubiera convertido.
Él mismo, en la primera mitad (17’), peleó de gran manera una pelota, se la robó al último defensor, pero perdió estabilidad y su disparo, además de irse desviado, ya no tuvo una buena potencia. Campos jugó muy bien y en la segunda parte (24’) volvió a tener un tiro libre a su disposición, le metió un zurdazo y obligó a Domínguez a una gran atajada que evitó el gol boliviano.
También faltó experiencia en algunas escapadas de Leonel Morales, pues su esfuerzo de ir hasta el fondo generalmente se diluyó con centros imprecisos o sin peligro para los defensores. Bolivia ya lleva dos partidos jugados en las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018 y todavía no ha convertido ningún gol. El tema no deja de preocupar porque a ello hay que agregarle que ha generado poco en función ofensiva, incluso cuando fue local frente a Uruguay.
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